Concesión asombrosa. Una joven australiana ha recibido el permiso para fumar en la escuela Stromlo High School porque su médico asegura que es "clínicamente adicta" a la nicotina. Tara Lewis, de 16 años, que consume diariamente un paquete, se enciende un cigarrillo entre clase y clase para paliar el "estrés" que acumula en sus estudios.

Y todo a pesar de las medidas del Gobierno para endurecer en consumo de tabaco entre los menores. De hecho, es ilegal suministrarlo a personas menores de 18 años. Para combatir esta perniciosa adicción, invertirán 25 millones de dólares en los próximos años para llevar a cabo una campaña para concienciar a jóvenes entre 12 y 24 años sobre los efectos del tabaco, según informa News.

Esta decisión es un "alivio" para la joven, que podrá fumar tranquilamente en los descansos. Tanto es así, que aseguró que en cuanto tiene un cigarrillo entre sus dedos, "estoy más tranquila". La madre de Tara se lo ha tomado con filosofía, puesto que estaban "preocupados" por el futuro de su hija, ya que ésta insistía en que no iba a terminar el curso si no podía fumar.

Esta decisión no está exenta de críticas. El líder del partido de la Oposición, Bill Stefaniak se sorprendió que le hayan dado un permiso para fumar a alguien que "está en una edad donde legalmente no le permiten fumar", a pesar de los "consejos médicos".