Hay que acostumbrarse a la palabra, porque los expertos la manejan hace tiempo. Si oye alguna vez  "efecto de apertura de compuertas", sepa que se refiere a algo que pasa en la economía española y que está afectando a la tasa de ahorro de los hogares. Según ha comunicado este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE), esta tasa se derrumbó el año pasado a su menor cifra desde 2007 y es ya la segunda más baja desde el siglo pasado.

La compuerta funciona de esta manera: con la crisis ya en el recuerdo y la economía creando medio millón de empleos anuales, los españoles se han dado a gastos que antes no acometían. "La gente está dando salida ahora a necesidades de consumo marginadas que no pudo satisfacer en la crisis", explica a 20minutos Mª Jesús Fernández, economista senior de la patronal cajera Funcas.

Si antes no había dinero para un coche nuevo, ahora se compra. Si el frigorífico funcionaba regular, se guardaba el dinero para un momento mejor. Y ese momento es ahora. "Antes se había contenido el gasto por miedo, pero ahora hay más confianza, mucha gente se incorpora al mercado laboral... y todo esto tiene un efecto sobre el ahorro".

El INE cifró ayer la tendencia. Su informe trimestral sobre las cuentas de los Sectores Institucionales recalca que "pese a que los hogares aumentaron su renta disponible un 2,5% en 2016, su tasa de ahorro se redujo debido al crecimiento de su gasto en un 3%". Es decir, que esa mayor renta de la que disponen los hogares se dedica ahora proporcionalmente más a consumir, que a ahorrar.

Fuente: Tasa media móvil anual de ahorro de los hogares (INE)

Viendo el gráfico superior se observan dos variables. La primera, que el descenso de la tasa de ahorro es constante desde 2014 y reposa en niveles similares a la última era de bonanza. El año pasado, de cada 100 euros, las familias ahorraron de media 7,7 hasta acumular 54.072 millones.

"En los próximos años se irá acercando al 8,5% y tenderá a llegar a la tasa media 9,7% que había antes de la crisis", estima Fernández que destaca también la mayor confianza en el avance de la economía que despreocupa la menta de los españoles ante el gasto: el índice que mide el CIS alcanzó en marzo los 99,7 puntos, aún en terrenos de pesimismo [sobre un máximo de 200] pero su nivel más alto desde diciembre.

"Esta mayor confianza se da sobre todo en quienes ya tenían trabajo, más que en quienes lo acaban de encontrar", añade José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra, que suma como tercer factor "el desendeudamiento de las familias". Es decir, que parte de la renta ni se gasta ni se ahorra, sino que se dedica a amortizar la elevada deuda que los hogares acumularon durante la crisis. Precisamente hoy el Banco de España ha explicado que la deuda de los hogares encogió en marzo a 708.302 millones de euros, su cifra más baja desde 2006.

Una cuarta teoría explica esta caída de la tasa de ahorro: que los hogares siguen pagando la moderación salarial fomentada durante la crisis para dotar de competitividad a la economía española. "La subida salarial del último año fue muy pequeña, de menos del 1%, así que apenas puede tener un efecto sobre el ahorro... a no ser que las familias se estén endeudando más, que no es precisamente lo que sucede", asegura Montalvo.

El economista de la UPF considera que los sueldos bajos reducen de forma "segura" la tasa del ahorro. Para Mª Jesús Fernández, en cambio, este ascendente salarial sobre el ahorro no tiene tanto que ver con la cuantía, sino con la distribución de los ingresos. "Los hogares con menor renta tienen una tasa de ahorro menor así que si aumenta la proporción de hogares con rentas bajas, se reduce la tasa de ahorro en la economía", dice.

El Índice de Confianza al Consumidor de marzo que presentó ayer el CIS refleja que la mayoría de los españoles (62,8%) sigue sin poder ahorrar un euro a fin de mes y un 18,4% incluso admite tener que echar mano de ahorros e incluso endeudarse para poder cuadrar las cuentas. Además, un 85% de los encuestados descarta que el año que viene puedan acumular un colchón mayor.

Fuente: Índice de Confianza del Consumidor en marzo de 2016

El CIS concluye en este sentido que respecto al cuarto trimestre del pasado año, descienden "claramente" las expectativas de ahorro de los españoles (-4,1%), que llevan estancadas año y medio pese a la intensa creación de empleo en los últimos dos años. Y dos fantasmas asoman a lo lejos: crece un 1% el temor a la inflación (ahora del 2,3%, lo que socava el poder adquisitivo) y a un futuro repunte en los tipos de interés (+4,8%).

Fuente: Evolución trimestral de las expectativas en el Índice de Confianza del Consumidor de marzo de 2017.

Todavía queda un último motivo para la caída de la tasa de ahorro: que los tipos bajos impuestos por el BCE para favorecer la circulación del dinero redunda en depósitos bancarios que remuneran poco al cliente y ahuyentan el ahorro. Moltalvo lo considera algo "evidente", pero Fernández discrepa. "Los tipos bajos también fomentan ahorrar más para lograr una retribución similar", dice la analista de Funcas.

La tasa de ahorro en la economía española (7,7%) se sitúa lejos de la media en los países comunitarios, que ofrece tasas media anuales del 10,1% en la Unión Europea y de un 12,5% en la zona euro, según Eurostat.

"Es verdad que es más baja porque las rentas descendieron en España más que en otros países", explica María Jesús Fernández. "Pero hay otra explicación: la mayor parte de los españoles tiene su casa en propiedad y eso no sucede en otros países en los que sus ciudadanos optan menos por invertir en la compra de vivienda como si fuera un fondo de ahorro".