Aunque la ONG argumentó que se trataba de huérfanos procedentes de Darfur, Rehrl explicó que ACNUR y Cruz Roja han obtenido de las entrevistas "bastante información como para saber que 91 de los 103 niños tienen parientes". Sobre si esto constituiría un caso de secuestro, se mostró tajante: "No hay duda".
En su opinión, los menores están "relativamente bien, son bastante fuertes y se lo están tomando con paciencia", aunque remarcó que "también están por supuesto traumatizados, en estado de shock". A pesar de que "han empezado a jugar un poco, a correr, a comer, a dormir, quieren volver con sus familias porque no saben por qué están aquí", señaló Rehrl.
"Siguen llorando, especialmente los pequeños, porque la mayoría son muy pequeños. Para ellos es una situación difícil de soportar, pero dentro de lo que cabe están bien y sobre todo tienen buena salud", destacó.
Un caso sin precedentes
La portavoz añadió que hasta que se descubrió la situación en que están los 103 menores de Chad, ACNUR no había tenido "ninguna noticia de que un suceso como éste se hubiera producido antes", y subrayó que "ya se ha oído que algunos países en Africa ya están pensando cambiar la legislatura referente a las adopciones".
Éste es el caso de la República de Congo, que ha suspendido todas las adopciones internacionales tras el escándalo de Chad y además van a investigar la situación de los menores congoleños adoptados en España.
Mientras, el diario Le Parisien publica un documento en el que Children Rescue, nombre con el que el El Arca de Zoé operaba en el Chad, afirma que su objetivo era crear en el este del país africano por un período mínimo de dos años "un centro de acogida de emergencia para niños aislados" y una instalación médica.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios