Las investigaciones se iniciaron hace un año, cuando se apreció dentro del estudio delincuencial de la ciudad de Burgos un incremento inusual de este tipo de hecho delictivo que se centraba principalmente en la zona sur de la ciudad, y perpetrado en vehículos de los que después de fracturar una de sus ventanillas, personas desconocidas se apoderaban de gafas de sol, DVD, ordenadores portátiles, y cualquier objeto de valor que pudiera ser vendido por debajo de su valor real.

La Brigada Provincial de Policía Judicial, dentro del marco de la 'Operación Páramo', centraron sus investigaciones en un varón, conocido para ellos y con 65 hechos delictivos, porque siendo menor de edad ya se le había hecho responsable judicialmente de hechos similares, y al día de la fecha se presentaba como el cabecilla de un grupo de jóvenes dedicados a esta modalidad delictiva, haciendo de ella su 'modus vivendi'.

Las investigaciones se prolongaron en el tiempo, debido a que esta persona extremaba las medidas de seguridad a la hora de cometer sus ilícitos para evitar ser interceptado por la Policía.

UTILIZABA UN 'ZULO'

De hecho, en muchas de las vigilancias a las que fue sometido durante el tiempo que ha durado la investigación se pudo constatar que esta persona, después de cometer los robos, ocultaba los efectos sustraídos en una especie de 'zulo', donde dejaba 'enfriar' lo sustraído para días después trasladarlo a su lugar definitivo, desde donde comercializaba los efectos sustraídos en redes ilícitas de comercialización.

Así, en la madrugada del viernes, 24 de marzo, una patrulla uniformada de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la Comisaría detectó la presencia de dos varones que mostraban una actitud extraña, los cuales al percatarse de la presencia policial salieron huyendo a la carrera, arrojando en su huida una mochila que

contenía efectos procedentes de dos robos en el interior de vehículos que se acababan de perpetrar, efectos valorados en casi dos mil euros.

DOS FURGONES CARGADOS CON MATERIAL

La posterior investigación permitió identificar a estas dos personas, si bien al día de la fecha tan solo se ha podido detener al cabecilla de este grupo. En su domicilio, los investigadores encontraron multitud de efectos sustraídos, por lo que para su traslado a la Comisaría fue preciso utilizar dos furgones policiales.

Hasta el momento se han podido acreditar fehacientemente 65 hechos delictivos de los cuales 12 han sido cometidos siendo menor de edad y 53 como mayor, por el reconocimiento y entrega a los perjudicados de efectos que les fueron sustraídos.

Dentro del curso de la investigación, igualmente se le ha imputado un delito de robo con fuerza en casa habitada, en concreto una vivienda unifamiliar a la cual accedió y donde sustrajo un vehículo que se encontraba en el garaje con las llaves puestas.

El detenido, que pasó en la tarde de ayer a disposición judicial, ha ingresado prisión, si bien la investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones ni la imputación de nuevos hechos delictivos.

Desde la Comisaría Provincial se ha realizado un llamamiento a las personas que hayan sido víctimas de algún robo con fuerza en su vehículo, principalmente en la zona sur de la ciudad, para que se personen en las dependencias de la Comisaría de Policía Nacional de Burgos, y en concreto en el Grupo 2º de la Brigada Provincial de Policía

Judicial, encargado de la investigación, con la finalidad de poder acreditar nuevos hechos delictivos, así como para entregar a sus legítimos propietarios los efectos que les fueron sustraídos.