En el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, se indica que el acusado viajaba, sobre las 8.40 horas del 22 de octubre de 2015, en un vehículo por la N-322, en el término municipal de Reolid (Albacete), con tres fardos y 10 paquetes de hachís en el maletero, que sumaban un peso total de 97,3 kilos.

Entonces, una patrulla de la Guardia Civil le dio el alto al percatarse que iba hablando por el móvil, pero hizo caso omiso e inició su fuga a gran velocidad y conduciendo de forma temeraria, llegando incluso a invadir el carril contrario y saltándose varios controles de Guardia Civil que se habían instalado ante el aviso de la fuga.

Al llegar a Balazote (Albacete), entró en el caso urbano manteniendo la velocidad y maniobras peligrosas, con riesgo de atropellar a alguien, y finalmente se dirigió a un paraje donde había otro coche de la Guardia Civil, con el que acabó colisionando y, aunque trató de huir a pie, fue apresado.

Como consecuencia de la colisión, un agente de la Guardia Civil sufrió lesiones de las que tardó en curar 293 días, de los que 131 estuvo de baja.