Gloria, de Las Extremis: "Les digo a los alumnos que nosotras sabemos porque hemos leído"

  • Gloria Camacho estuvo 116 programas en el concurso ¡Boom!, junto a sus compañeras Montserrat, Amparo y Cristina, pero han tenido que abandonar.
  • Las jornadas de grabación ya eran incompatibles con el trabajo, pero aún así, "hemos creado unos lazos que no se rompen en la vida".
  • Cuatro concursantes dejan '¡Boom!' por motivos laborales.
Gloria Camacho, de Las Extremis (segunda por la izquierda) en el plató de '¡Boom!'.
Gloria Camacho, de Las Extremis (segunda por la izquierda) en el plató de '¡Boom!'.
ANTENA 3
Gloria Camacho, de Las Extremis (segunda por la izquierda) en el plató de '¡Boom!'.

Con sus ya inseparables compañeras Montserrat, Amparo y Cristina, Gloria Camacho estuvo 116 programas en el concurso ¡Boom! (Antena 3, 20.00 h) que han  tenido que abandonar finalmente porque ya no podían compaginar sus trabajos con las grabaciones. Eso les impidió hacerse con el bote de casi un millón y medio de euros, pero aún así se llevan el dinero que acumularon programa a programa, 631.500 euros.

¿Cómo llegaron a ser Las Extremis?

Pues con muchas visicitudes. Nosotras nos conocimos en otro concurso, en Saber y Ganar, de hecho fuimos contrincantes entre nosotras. En Saber y Ganar cuando pasas de 7.000 euros entras en un club que se llama Los Magníficos y después se hacen programas especiales y en esos programas el ambiente es bastante distendido y se echan muchas horas de hotel, las cenas dan para mucho... y acabamos haciendo un grupito de whatsapp para no perder el contacto. Con el paso del tiempo empezó ¡Boom! y se lanzó la idea en el grupo y hasta aquí hemos llegado.

¿Cómo eligieron que cuatro del grupo irían al concurso?

Pues los primeros que contestamos. La idea la lancé yo y dije los primeros que contesten son los que vamos.

¿Y cómo es su relación ahora?

Es algo increíble. Se crean lazos que no se rompen en la vida. Ahora nos vamos a echar muchísimo de menos. Aunque tenemos ya un par de quedadas pendientes, pero no es lo mismo que verse casi cada semana de grabación.

¿Con cuánta frecuencia grababan?

Normalmente se graba cada dos semanas y son dos días de grabación con un ritmo bastante fuerte, se graban cuatro programas al día. Y después hay que volver al trabajo y compaginarlo con la vida familiar... ha sido complicado, hemos hecho encaje de bolillos.

¿Qué le decían en el trabajo?

Pues me han estado cubriendo como buenamente han podido. Se lo tengo que agradecer tanto al equipo directivo que me ha estado dando permiso como a los compañeros de guardia que me han estado cubriendo.

Y eso para usted también era trabajo extra...

Supone dejar el trabajo preparado para los adultos, cuando vuelves corregirlo y ponerte al día... han tenido mucha paciencia los compañeros, los niños, los padres...

¿Qué le dicen sus alumnos? 

Están encantados con tener una profe que sale en la tele. Es una cosa muy curiosa para ellos.

¿Les anima a estudiar más?

Yo creo que sí, porque yo les insisto mucho en que nosotras sabemos porque hemos leído muchísimo. Y creo que sí les anima a entender que leer tiene una finalidad y una recompensa. El programa nos ha ayudado a transmitir esa curiosidad, esas ganas de aprender... son valores que son fundamentales tanto para un estudiante como para cualquiera.

¿A cuánto han tocado de premio?

Pues al final se nos quedará en algo menos de 90.000 por cabeza, pero aun así es un pico muy bueno. Hacienda se queda casi la mitad.

Se van sin el bote...

Sí y mira que lo hemos intentado, que lo hemos rozado, pero si estaba así escrito, así tenía que ser.

¿Qué les dijo el programa cuando le comunicaron que tenían que irse?

Por una parte fue un disgusto grande porque han sido seis meses, pero también nos dieron la enhorabuena y nos felicitaron por nuestro paso por el programa como concursantes y como personas. El equipo es una maravilla.

Juanra Bonet no lo sabía hasta que se lo dijeron en el programa...

Tenía una idea pero no lo sabía en concreto. Se despidió de nosotras, imagínate, después de tantas horas de grabaciones y de convivencia. Es durillo. Nos llamó además después para despedirse e invitarnos al teatro.

¿Cuánto retrasaron la decisión?

El último programa ya fuimos a grabar un poco como regalo. Fueron dos días que arañamos como pudimos porque desde después de Navidades la cosa se empezó a poner difícil.

¿Cuál es el secreto para estar tantos programas?

El no confiarnos nunca, el temer a todos los rivales y considerar cada programa como si fuera una final. La tensión del primer día no hemos llegado a perderla nunca. Y además hemos sido muy equipo, hemos estado muy unidas y muy compenetradas. Nos hemos querido mucho y hemos cuidado el equipo.

Además han sido muy naturales...

Es imposible durante 116 programas inventarse un personaje. Tienes que ser natural, como tú misma, aunque se exagere un poco de cómo eres en la vida diaria. Pero lo que se ha visto en cámara es lo que hay.

¿Nota la fama?

Sí, es lo más curioso de esto. A mí me sigue chocando cuando la gente que no conozco me saluda, es de agradecer, pero muy chocante.

¿Qué ocasión le sorprendió más?

Pues vino del sobrino de mi hermana, que tiene 10 años y le preguntaba a su madre, ¿Gloria de mí que me toca? Y cuando se lo explicaban decía, vale, ¿pero puedo decir en el colegio que es familia mía? Esa ha sido de las cosas más bonitas.

Los niños nos han enviado al programa dibujos, pulseritas... ha sido impresionante.

¿Cuál de las cuatro es la mejor?

Yo creo que las cuatro somos buenos pilares. La tendencia de los rivales era siempre eliminar a Montse pero cualquiera de las cuatro podíamos defender muy bien el fuerte.

Dijo que si se llevaba el bote o si no, también, se iba a hacer un tatuaje... ¿va a hacerlo?

Sí, sí, me voy a hacer una bombita en el canto de la mano.

¿Y las otras se han animado?

De momento no, los tatuajes les dan un poco de repelús.

¿Qué ha aprendido siendo concursante en la tele.

A dosificar las fuerzas, a vivir cada minuto con entusiasmo y a disfrutarlo al máximo. Y concursar en equipo que es la primera vez que lo hacía. Además me ha aportado la convivencia y las sesiones de risoterapia que nos dábamos en el hotel, que no tenían precio.

¿Han hecho alguna gamberrada en el hotel?

Gamberrada no, pero casi echarnos del comedor sí. Cuando llegas al hotel llegas muy cansada y cualquier tontería es un ataque de risa, pero de carcajada y acabar el camarero mirándonos con malos ojos.

BIO: Reside en Madrid, pero es de Manzanares, en Ciudad Real. Da clases a chicos de entre 12 y 18 años. Está casada y tiene un niño de tres años.

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