Las obras, que tendrán una duración de diez meses y estarán finalizadas en 2018, consistirán en la reforma de los filtros de arena y la sustitución de su estructura, realizada en 1981, y en pequeñas intervenciones en otras partes de la potabilizadora.

Javier Lacalle ha destacado la importancia de estas inversiones, así como las realizadas en materia hidráulica en los últimos años en la capital burgalesa por un importe superior a los 75 millones, lo que demuestra, según ha dicho, que el agua es "una prioridad" para el Ayuntamiento. "Ninguna ciudad de España puede hablar de una inversión igual", ha añadido.

En este sentido, ha recordado que las principales inversiones se han destinado a la ampliación Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) y la construcción de los nuevos depósitos de agua potable del barrio de Cortes, que entrarán en funcionamiento previsiblemente en verano.

Por otro lado, el alcalde de Burgos ha ensalzado la "buena calidad" del agua de la ciudad, que le ha servido incluso reconocimientos nacionales, así como los esfuerzos realizados para lograr el equilibrio entre la calidad

del suministro y precios asequibles.

Lacalle también ha recordado que Burgos ocupa el puesto número cinco de las capitales de provincia de España con el agua más barata y ha reafirmado el compromiso municipal con las personas más vulnerables y que, en el caso del agua, se ha traducido en no realizar ningún corte de suministro a estas personas pese a los impagos y optar por el fraccionamiento de los recibos.