Según ha informado la Jefatura Superior de Policía en un comunicado, las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento los agentes de que en una vivienda de la localidad se podría estar cultivando marihuana. En el inmueble no vivía nadie pero todos los días acudía un hombre que tomaba muchas medidas de seguridad al llegar y abandonar el lugar.

Los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones del domicilio y averiguaron que la vivienda estaba destinada única y exclusivamente al cultivo de marihuana. En el registro se comprobó que en el salón había instalado un invernadero con 320 plantas, con todas las paredes forradas con material aislante térmico, con un sofisticado sistema hidropónico para el crecimiento sin necesidad de tierra, lo que facilita una mayor optimización del espacio.

Había también un sistema de riego individualizado a cada planta y automatizado, sistema de ventilación con dos potentes turbinas, un filtro, ventiladores para refrigerar el ambiente y dos equipos de aire acondicionado. La luz y el calor eran proporcionados por un gran número de bombillas de alta potencia.

En otra de las habitaciones se localizó otro invernadero para el cultivo acelerado en el que se intervinieron 214 plantas en proceso de crecimiento, así como otra estancia dedicada al secado, donde se intervinieron 400 gramos de cogollos secos.

Como consecuencia de las investigaciones, los agentes detuvieron en las inmediaciones de la vivienda al sospechoso como presunto autor de un delito contra la salud pública. El detenido, sin antecedentes policiales, ha pasado a disposición judicial.