El 16% de las personas que han llevado a cabo reformas en su casa ha tenido algún problema con ellas; los más habituales son el plazo de ejecución y la calidad de los trabajos (7% cada uno) y tras ellos, problemas con la elaboración del contrato o con el precio a pagar.

Así lo indica una encuesta encargada por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache, que señala igualmente que casi uno de cada cuatro navarros (24%) ha encargado obras en su vivienda en los dos últimos años.

Por edades, los que han tenido más problemas en las reformas son los jóvenes de menos de 30 años (29%), en su mayor parte con los plazos de ejecución, seguidos de las personas de entre 46 y 65 años, (21%).

En Pamplona es donde más problemas han tenido con la reforma de la vivienda. Así, el 22% ha tenido algún problema, frente al 17% de los que residen en municipios de más de 5.000 habitantes o al 7% de los vecinos de localidades de menos de 5.000 personas. El principal problema también son los plazos de ejecución.

PEDIR UN PRESUPUESTO PREVIO Y UNA FECHA DE CONCLUSIÓN

Ante estas circunstancias, Irache recomienda pedir varios presupuestos para poder comparar. Una vez elegida la empresa, ésta deberá entregar un presupuesto previo que indique exactamente las labores a realizar y el coste que va a tener cada una de ellas, así como el precio de los materiales utilizados y de la mano de obra con las horas de trabajo estimadas. "Si el consumidor ha aceptado el presupuesto, posteriormente la empresa no podrá cobrarle más de

lo convenido", indica la asociación.

La empresa debe comunicar cualquier imprevisto que suponga un encarecimiento del pago y el consumidor debe aceptarlo para que lo puedan cobrar, destaca Irache que, sin embargo, asegura que "no son extraños los encarecimientos no justificados sobre el presupuesto ofrecido en un principio".

Además de un presupuesto detallado, otro aspecto fundamental en el contrato es determinar una fecha de conclusión de las reformas. En este sentido, la asociación recomienda concretar una penalización por cada retraso que se pueda producir en la fecha fijada para evitar los retrasos en la conclusión de la obra.

DETALLAR LOS TRABAJOS Y LOS PLAZOS DE PAGO

Irache indica que una de las quejas más habituales por las reformas es "la deficiente calidad de los trabajos realizados". Por eso, aconseja "concretar lo más posible los trabajos a realizar, si es posible, aportando descripciones y elementos gráficos que plasmen el resultado final encargado por el que se paga a la empresa". "Cuanto más detallada sea la descripción de los trabajos y el resultado perseguido, más posibilidades habrá de reclamar posteriormente posibles incumplimientos", reconoce.

Igualmente, otro de los aspectos importantes es determinar la forma de pago en el contrato, para que quede claro de qué manera y cuándo se van a efectuar los plazos. Irache apunta que algunos consumidores determinan pagar ciertas cantidades o porcentajes del presupuesto en varios abonos: al firmar el contrato, al comenzar la obra, al acabar una parte, al finalizar... Algo que permite "que el consumidor sólo tenga que pagar ciertas partidas cuando ya han concluido los trabajos y asegurarse que la empresa no le deja con la reforma sin concluir una vez que ya tiene el dinero en su cuenta".

Finalmente, Irache recomienda a los usuarios informarse de las licencias o permisos urbanísticos necesarios para llevar a cabo cualquier reforma; si esta afecta a elementos comunes del edificio y, por tanto, no requieren de la aprobación de la comunidad, y preguntar por si hay horarios fijados para las obras en el edificio.

Además, recomienda asesorarse si la reforma puede estar sujeta a subvenciones o ayudas de algún tipo, así como desgravaciones o impuestos reducidos que pueden suponer un abaratamiento del coste final.