A la vista del encierro indefinido que los estudiantes mantienen desde el 9 de marzo en la biblioteca de Ciencias para lograr facilidades para el estudio en sus carreras, los decanos y los responsables de centros han expresado su rechazo al encierro "como medida de presión" y han recordado que "la libertad de unos atenta contra la de otros cuando les impide hacer uso de un determinado servicio".
"La Universidad de Granada, como no podría ser de otro modo, está abierta a escuchar a nuestros estudiantes y a trabajar para hacer una mejor universidad para todos, pero no de esta forma", recoge el comunicado, que también se hace eco de esa "disposición abierta, respetuosa y dialogante para escuchar y apoyar cuantas iniciativas surjan del colectivo estudiantil".
Asimismo, expresan su "apoyo total y firme" a la comunidad universitaria de la Facultad de Ciencias, "que está sufriendo las consecuencias de esta rechazable situación", al verse privada del uso de su Biblioteca, así como a la decana Carmen Carrión, que, "personalmente y junto con su Equipo Decanal, está haciendo todo lo posible para que el diálogo permita una evolución adecuada y pacífica del conflicto".
Del mismo modo, quieren apoyar "con igual firmeza" las gestiones de la rectora y del equipo de gobierno, así como "suscribir" los comunicados que el Rectorado ha emitido sobre lo acontecido en la Facultad de Ciencias.
Los responsables de centros y decanos ponen de manifiesto que la UGR, como institución democrática que es, y de acuerdo con sus estatutos de organización y funcionamiento, dotada de órganos de decisión colectivos, "tiene numerosos cauces mediante los cuales cualquier miembro o colectivo de la comunidad universitaria puede reivindicar y realizar propuestas que pretendan contribuir a la mejora de nuestra institución".
"En este sentido, queremos dejar constancia que a la Universidad le es esencial la participación del estudiantado", señalan en el texto, en el que también plantean a los estudiantes que sus propuestas y reivindicaciones debe estar "bien informadas, públicamente debatidas y democráticamente votadas por los cauces pertinentes, de forma que la interlocución en torno a ellas con las autoridades académicas responda a criterios de legítima representatividad y de clara definición de sus objetivos".
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