La crisis económica dejó en dique seco las inversiones de dos de los proyectos más importantes que tenía entre manos el grupo empresarial que gestiona el Port Fòrum y el Marina Port Premià, y cuyo director es Joan Conde.

La imagen era desoladora en ambos: el Port Fòrum, situado en el límite entre Barcelona y Sant Adrià del Besós, se repiten los solares vacíos esperando convertirse en una zona comercial y de ocio delante de una marina que sí funciona, tiene el 90% de los amarres contratados.

Solamente un Decathlon de 6.000 metros cuadrados y dos restaurantes habitan esta zona portuaria situada al lado del Fòrum y que desde 2004, cuando se construyó coincidiendo con el Fòrum de las Culturas, no ha arrancado nunca.

El Port Fòrum está en plena transformación con la apertura, antes de verano, del Escape Room más grande de Europa y 4 locales de restauración. En breve se incorporará un operador comercial que  gestionará los 55 locales aún vacíos.

La otra zona portuaria que estaba prácticamente abandonada es la situada en el Marina Port Premià donde los solares situados en primera línea de mar y que cortaban el Paseo Marítimo de esta localidad del Maresme estaban a la espera de un plan especial para poder urbanizar la zona y lógicamente a la espera de inversores. En la primavera de 2018 esta zona se convertirá en una gran área comercial «en un entorno amable» según su director Joan Conde.

Tras casi 10 años de parón, el Port Fòrum levantará por fin el vuelo el 4 de mayo cuando está prevista la inauguración del Café del Mar más grande el mundo, y semanas más tarde del G. Point, el escape room más grande de Europa. El Café del Mar abrirá en el que hasta ahora era el edificio de capitanía del Port Fòrum un espacio de 4.000 metros cuadrados, que será el más grande del mundo, y que dispondrá de una zona exterior de 1.500 metros cuadrados con piscina y espacios donde relajarse.

Además, el director de Port Fòrum aseguró que «en breve se incorporará un operador comercial para explotar el resto de los locales comerciales». Esta oferta se sumará a apertura de cuatro restaurantes más que convertirán la zona en un nuevo lugar de ocio en Barcelona para público adulto mayor de 25 años, muy diferenciado de la oferta que ofrece a día de hoy el Port Olímpic y donde ya se está trabajando en un cambio de modelo de negocio cuando acaben las concesiones en 2020.

En el Marina Port Premià los solares vacíos se están reconvirtiendo en una gran área comercial de 18.000 metros cuadrados que estará lista en el primer trimestre de 2018 y donde la cadena de supermercados Aldi será el motor comercial y se están cerrando acuerdos comerciales con grandes operadores.

Pero la transformación de la fachada marítima de Premià de Mar será mucho más profunda que la mera creación de una área comercial: se construirá un nuevo Paseo Marítimo con 15.000 metros cuadrados de zona verde que conectará Premià con otros municipios del Maresme (actualmente la conexión por el lado de mar queda cortada), también se construirá un nuevo acceso peatonal por debajo de la vía del tren para acceder a la zona portuaria y una rotonda de acceso al puerto.

David Gutiérrez, concejal de Promoción Económica de Premià de Mar, explica a 20 minutos que a partir de ahora, con la construcción del Marina Port Premià, el reto del Ayuntamiento es generar dinámicas sociales: "Queremos que el puerto se integre dentro de la ciudad y que las dinámicas que se generen beneficien al municipio y al revés, que también sea positivo para la zona portuaria".

En este sentido, Gutiérrez añade que con la construcción de la gran área comercial de 18.000 metros cuadrados se prevé la creación de 450 empleos indirectos y, por este motivo, des del consistorio se estan impulsando cursos de comercio y atención al público para preparar a los futuros trabajadores.

Otra acción del Ayuntamiento de Premià es la planificación de un nuevo Plan de movilidad urbana que para mejorar la comunicación de la zona portuaria con la estación de tren y el casco antiguo.

En total, el grupo empresarial que gestiona el Marina Port Premià ha invertido 20 millones de euros en la nueva zona portuaria.

Gutiérrez afirma que con el área comercial y la zona verde el público potencial que vendrá a la zona serán familias y habitantes de las poblaciones vecinas. Añade, además, que alrededor del Aldi también se pondrán establecimientos de grandes cadenas de restauración.

En la zona del Fòrum que pertenece a Sant Adrià se encuentra un solar de más de 30.000 metros cuadrados con la calificación urbanística necesaria para acoger un hotel. La moratoria para construir hoteles en Barcelona incrementa su atractivo para los grupos inversores.