En concreto, en los cuatro años que lleva en marcha esta iniciativa, tan sólo han captado 2.308 de las 10.222 viviendas que llevan más de un año deshabitadas en Vizcaya, lo que supone un 22%. Mientras que en todo Euskadi, 3.717 propietarios han dejado sus pisos vacíos en manos del Gobierno vasco, de un parque de 26.700. En este caso, son el 13%.

Y eso que el programa «ofrece numerosas ventajas a los propietarios», según señaló ayer el consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo. Éstos se aseguran el cobro de la renta cada mes ya que alquilan su piso al Gobierno y tienen la posibilidad de recibir un préstamo de 18.000 euros, «a un interés cero», para reformar la vivienda y ponerla en condiciones. Además, la cuota mensual que reciben es de una media de 560 euros.

Los inquilinos también tienen ventajas. La renta que les cobra Bizigune nunca supera el 30% de sus ingresos y, de hecho, la mayoría de los que participa en el programa está satisfecho, sobre todo, con el pago, de 2401 de media.

Para animar a más propietarios, el Gobierno vasco ha lanzado una segunda campaña para captar pisos. Madrazo se mostró, no obstante, satisfecho. «Somos la comunidad que más vivienda vacía ha movilizado en todo el Estado».

La Diputación, sólo en venta

Si el Gobierno vasco dirige su estrategia a animar a los propietarios a alquilar sus pisos vacíos, la Diputación de Vizcaya anunció ayer un nuevo plan para construir 3.000 nuevas viviendas de protección oficial en los próximos años, repartidas entre 30 ó 40 municipios. Tendrán una superficie de entre 75 y 80 metros cuadrados y costarán una media de 150.000 euros. Todas irán destinadas a la venta.