En esta primera fase local han participado unos 800 escolares de sexto de primaria de 23 centros educativos de la localidad. La final se la disputaban también los centros SAFA, La Inmaculada, Salesianos-San Agustín y el colegio Los Marqueses. Próximamente se celebrará la fase provincial, autonómica y nacional.

La delegada del Gobierno andaluz, Ana Cobo, ha asistido a la entrega de premios, y ha valorado esta competición como "muy positiva para toda la sociedad porque los escolares también son usuarios de vehículos a motor, bicicletas, además de peatones", de modo que "conocer todas estas normas les va a permitir circular por la vida con más seguridad".

Este concurso está basado en la prevención, ya que los niños aprenden, a través de unos métodos lúdicos y divertidos, todos aquellos aspectos más relevantes sobre el tráfico, la seguridad en las carreteras para vehículos y peatones y las normas de circulación.

Se pretende sensibilizar a los más pequeños en algo tan importante como la educación en valores hacia la seguridad vial, y se hace de una forma atractiva para los participantes.

"Además está comprobado que entre los once y doce años es la edad en la que se tiene mayor capacidad para adquirir los reflejos de lo que es la prevención y precaución. Por lo tanto, todo lo que ahora se interiorice, les va a acompañar siempre", ha subrayado Cobo, que ha estado acompañada por el delegado territorial de Fomento y Vivienda, Rafael Valdivielso.

El desarrollo del concurso se realiza a través de una serie de pruebas basadas en un cuestionario sobre normas de circulación, señalización y velocidades máximas permitidas, entre otros aspectos. Unos contenidos que, enseñados de forma atractiva, suponen concienciar a los más pequeños para hacer de ellos unos conductores y peatones seguros y responsables.

El principal objetivo de jornadas como la de este martes, es la adquisición de actitudes, valores y comportamientos que los niños deben interiorizar para garantizar su seguridad, puesto que pueden ser pasajeros de un vehículo a motor, pueden ser peatones o conductores de bicicletas y, en cualquier caso, son susceptibles de sufrir un

accidente de tráfico.

"Estos accidentes constituyen la primera causa de muerte y lesiones definitivas en los menores. Aunque siempre se habla de accidentes, entendiendo con ello que son circunstancias casuales y por lo tanto no evitables, gran parte de ellos son fácilmente previsibles y es nuestra responsabilidad que no se produzcan", ha concluido Cobo.