Montull, tras su oferta de pacto en el caso Palau: "La semana que viene será más divertido"

Fèlix Millet, Jordi Montull y Gemma Montull en el juicio del caso Palau.
Fèlix Millet, Jordi Montull y Gemma Montull en el juicio del caso Palau.
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Fèlix Millet, Jordi Montull y Gemma Montull en el juicio del caso Palau.

Tras décadas dirigiendo codo con codo el Palau de la Música, ocho años de calvario judicial han bastado para distanciar a Fèlix Millet y Jordi Montull, que se han reencontrado hoy en una acalorada conversación en los pasillos de la Ciutat de la Justicia, con la sombra de un posible pacto para delatar a CDC.

La oferta de Jordi Montull a la Fiscalía para salvar a su hija de la cárcel a cambio de relatar la supuesta financiación ilegal de CDC ha condicionado este miércoles los gestos, conversaciones y acercamientos entre los abogados del caso del Palau, pese a que dentro de la sala de vistas se ha guardado estricto silencio sobre un pacto que no está escrito ni se espera que se pudiera formalizar hasta las postrimerías del juicio.

"La semana que viene será más divertido", ha sido el comentario de Montull a un grupo de periodistas, que han entrevisto en sus palabras, a la salida del primer día de juicio, la amenaza de tirar de la manta sobre los tejemanejes del Palau en la época en que este bastión cultural de la burguesía catalana parecía sustentar el mítico "oasis" catalán.

En un guiño del destino, el Auditorio de la Ciutat de la Justícia -una flamante sala apenas utilizada desde su inauguración en 2008 y donde aún es perceptible el olor a cuero de sus butacas- será durante tres meses escenario del juicio por el expolio del Palau de la Música, que acoge una de las mayores concentraciones de "togas de oro" que se recuerdan en la crónica judicial de Barcelona.

Con un aspecto desmejorado por el paso de los años que ya atestigua las dilaciones indebidas de que podrían beneficiarse en el juicio, Millet y Montull han regresado así a una de las escenas del presunto delito, la Ciutat de la Justícia, que, junto a la línea 9 del metro, es precisamente una de las principales obras públicas en las que se investiga el presunto pago de comisiones de la constructora Ferrovial a CDC.

Nadie habla de pacto

Consciente de las sospechas de corrupción que la acechan en los casos Pujol y 3%, el abogado de CDC, Xavier Melero, ha logrado reducir este miércoles la exposición de la formación en la vista oral, renunciado de un golpe a 36 de sus testigos, entre ellos varios cargos del partido que durante cuatro días iban a desfilar ante la sala y ante los ojos de la prensa.

Nadie se atreve a hablar de pacto, pero el posible acuerdo entre el fiscal y Montull que amenaza con llevarse por delante a CDC se husmeaba en los corrillos de abogados, acusados y periodistas que se han formado a las puertas del Auditorio mientras se aguardaba el inicio del juicio, al que Fèlix Millet ha llegado tres minutos tarde y postrado -como ya había anunciado por la radio- en una silla de ruedas.

Los instantes previos al inicio del juicio han ofrecido la imagen de un íntimo encuentro entre Millet y quien fuera su mano derecha Jordi Montull que los fotógrafos no han podido captar, al haber ocurrido en una de las zonas del sótano de la Ciutat de la Justícia vetada a las cámaras y, además, con ambos agazapados tras un discreto biombo.

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