La falla municipal de València, participativa y crítica

Boceto de la falla municipal de 2017.
Boceto de la falla municipal de 2017.
Ayuntamiento de València
Boceto de la falla municipal de 2017.

En la conmemoración del 75 aniversario de la falla de la Plaza del Ayuntamiento, se ha apostado por una arquitectura que ironiza sobre los proyectos no acabados en la ciudad de València, con una torre que alcanza 40 metros, siendo así la más alta de la historia fallera.

Bajo el lema València, Ca la Trava, Manolo García, junto a su equipo de colaboradores formado por Julio Monterrubio, Manolo Algarra, Manolo Tarín, José Aguilar y el grupo Fet d’Encàrrec (formado por Marisa Falcó y Paco Pellicer), repite por cuarto año consecutivo en la falla municipal.

Se trata de una sátira humorística sobre los obstáculos con los que se ha ido enfrentando la ciudad desde tiempos inmemoriales hasta la actualidad, impidiendo que se hayan llevado a cabo numerosas obras y proyectos. Todos ellos están representados por la fallida torre de telecomunicaciones diseñada por Santiago Calatrava para la Ciudad de las Artes y las Ciencias que nunca se llevó a término.

La magia de las fallas, sin embargo, ha hecho posible poder recrear esta torre en el corazón de la ciudad para luego quemarla en una cremà, cuyos autores prometen, con "llama y sin humo".

"Aquello que las trabas no dejaron hacer, los falleros hemos conseguido levantar", explica Paco Pellicer, responsable de la idea original y del guion del proyecto.

Otros atractivos que ofrece es la posibilidad de asistir a su plantà al tombe, al modo tradicional y con la ayuda de 200 personas, y la celebración de diversos espectáculos musicales nocturnos en su interior.

Como curiosidad, esta falla no siempre fue municipal. Hasta 1981, eran comisiones privadas las que patrocinaban la falla. Ese año, pasó a ser municipal.

Falla infantil

Por su parte, bajo el lema Descobrir i redescobrir, la falla infantil ofrece un viaje a través de la fantasía que anima tanto a niños como a adultos a descubrir y redescubrir el mundo de la literatura fantástica.

"La fantasía es sinónimo de libertad, nos permite soñar, nos ofrece una vía de escape que nos ayuda a ver el mundo de una forma menos cuadriculada y encasillada", explica Giovanni Nardín, autor de este proyecto junto a Anna Ruiz.

Para reforzar esta iniciativa lectora que impulsa el proyecto, el Centro de Innovación Las Naves, la Fundación por el Libro y la Lectura y la concejalía de Cultura Festiva han creado la web descobrirredescobrir.com, en la cual se han ido descubriendo las figuras que forman parte del monumento fallero y que hacen referencia a diversos libros juveniles.

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