Reyes recuerda en una nota con motivo del Día de Andalucía que el punto de partida era "muy negativo", con una tierra asolada por la marginación, el abandono y el subdesarrollo. "37 años después, tenemos problemas similares al resto de comunidades autónomas españolas y de países europeos. Hemos dado un salto importante y eso se debe gran medida a la autonomía que conquistamos hace casi 4 décadas y a un Estatuto que ha sido herramienta indiscutible de avance y modernización", argumenta.

El líder socialista señala que Jaén es un buen ejemplo de ello, porque "sin lugar a dudas, gracias a la autonomía la provincia puso en hora el reloj del progreso y experimentó una transformación histórica". "En 1980 todavía había núcleos de población en la provincia sin electricidad ni teléfono; hoy la fibra óptica llega hasta los pequeños pueblos de la sierra", expone.

Reyes considera que el gran logro de estos 40 años ha sido el mantenimiento de la población al territorio y la pervivencia de muchos pueblos que podrían haber desaparecido "si no se hubieran hecho las cosas razonablemente bien". En este sentido, destaca que las políticas públicas en este tiempo "han ido dirigidas a garantizar la igualdad de oportunidades y de derechos, independientemente del lugar donde se viva".

"Andalucía ha trabajado para que las zonas rurales tuvieran sanidad pública, educación pública, servicios sociales, actividad económica, oportunidades de empleo, infraestructuras o equipamientos; en definitiva, para conseguir que

ninguna persona tuviera que marcharse de su pueblo por falta de oportunidades", asegura.

El líder socialista indica, no obstante, que "no se puede bajar la guardia", porque en los últimos años los efectos de la crisis y los "perversos" recortes del PP en el medio rural "están haciendo nuevamente mucho daño y creando el caldo de cultivo para la despoblación".

"Tenemos el reto de seguir manteniendo ese espíritu del 28-F para que nuestros pueblos sigan vivos y dinámicos", subraya.

Reyes afirma que el Estatuto, reformado en 2007, sigue siendo "un instrumento de primer orden para escribir el presente y el futuro de esta tierra", que sigue teniendo el empleo como principal obsesión.

"Tenemos que seguir extrayendo riqueza del olivar, de las energías renovables, del turismo o de la cultura, y por supuesto seguir apoyando a emprendedores, autónomos y pequeñas y medianas empresas como cimientos de la actividad económica", apostilla.