La escritora Dolores Redondo, autora de la trilogía superventas del Baztán, cree que la película sobre El guardián invisible que llega este viernes a los cines "está por encima de las expectativas que se habrán marcado muchos".

En declaraciones a Efe, la ganadora del premio Planeta 2016 con Todo esto te daré ha subrayado que el director del filme, Fernando González Molina, era un fan de esa novela -la primera de la trilogía- antes de implicarse en el proyecto, y "lo ha enriquecido".

No obstante, advierte de que cada lector imagina una novela de un modo diferente, a partir de sus propias experiencias. "Hay quien se siente más cercano a la trama policial, otros a la vida familiar y al matriarcado, y hay a quien le fascina la mitología, que era la religión imperante en la zona antes de la llegada del cristianismo", señala la escritora.

Redondo confiesa que en la fase preliminar del proyecto cinematográfico se movía "entre la esperanza y el miedo" a defraudar al más del millón de lectores que ha tenido en España la trilogía del Baztán, que además ha sido traducida a 20 idiomas.

Y subraya que inevitablemente la película tiene que dejar cosas fuera, en particular "toda la información que tiene que ver con personajes satélites y con la historia del valle, la presencia de la Inquisición, y los juicios por brujería".

Con todo, considera que el filme de Atresmedia y Nostromo Producciones respeta las tres líneas esenciales de la novela: el matriarcado, la trama policial y la parte mitológica, aunque no les de la misma importancia.

El guardián invisible arranca con el descubrimiento del cadáver de una adolescente junto al río Baztán. La inspectora Amaia Salazar (Marta Etura) es asignada al caso, lo que le obliga a regresar a su pueblo de infancia y a enfrentarse con los fantasmas de su pasado.

"En las historias no hay nada nuevo bajo el sol, siempre tienes que hablar de traición, de codicia, de amor o de crimen, pero lo que intento es hacerlo desde perspectivas distintas y personajes no habituales, que choquen", explica la escritora.

Redondo recuerda que cuando publicó la novela, en 2013, recibió muchas cartas de mujeres trabajadoras de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, felicitándole y agradeciéndole que por fin alguien mostrara su trabajo policial desde la profesionalidad, sin perder la parte humana.