La historia de la Hispania romana se esconde bajo tierra

  • En el municipio de Driebes, en Guadalajara, se acaba de descubrir una ciudad romana que podría extenderse hasta las 12 hectáreas.
  • Los arqueólogos Javier Fernández Ortea y Emilio Gamoz Pozas se encargaron de dirigir la investigación que comenzó tras varios hallazgos realizados en la zona.
  • En los últimos años se han producido varios descubrimientos de gran relevancia.
La pasada semana se descubrió una ciudad romana en el municipio de Driebes en Guadalajara.
La pasada semana se descubrió una ciudad romana en el municipio de Driebes en Guadalajara.
Proyecto Arqueológico Driebes
La pasada semana se descubrió una ciudad romana en el municipio de Driebes en Guadalajara.

Que los vestigios del pasado siguen escondiéndose bajo nuestros pies no es solo una forma de hablar. Hace una semana se descubrió bajo la tierra del municipio de Driebes, en Guadalajara, una ciudad romana.

Los arqueólogos Javier Fernández Ortea y Emilio Gamo Pozas no caminaban a ciegas cuando comenzaron la investigación en octubre del pasado año. Tras realizar un proyecto de romanización sabían que los diferentes hallazgos que se realizaron en la zona podrían ser los indicios de algo más importante.

A través de técnicas como el georradar, los investigadores acabaron dando con lo que se cree que es la ciudad de Caraca que, hasta el momento, se desconocía dónde se encontraba. Ésta data de entre los siglos IV antes de Cristo y II después de Cristo y tiene origen carpetano.

Bajo el conocido como el Cerro de la Virgen de la muela aguardan, a 70 centímetros de profundidad, diferentes ruinas como un foro porticado, termas o viviendas. Esta ciudad descubierta, pero aún no exhibida ante los ojos de los investigadores, podría llegar a extenderse hasta las 12 hectáreas.

Parque Arqueológico de Écija, Sevilla

El centro histórico del municipio de Écija, en Sevilla, alberga uno de los más importantes parques arqueológicos. Éste se sitúa más concretamente en la Plaza de Armas y es conocida también como "El Picadero" y, en él, se pueden encontrar restos de turdetanos, romanos y restos de la muralla de un castillo musulmán, observándose los diferentes niveles de ocupaciones del municipio desde sus orígenes hasta el siglo VIII a. C.

En el año 2015 se descubrieron los restos de un edificio romano que contaba con muros que casi alcanzaban los 2,5 metros de altura. La excavación comenzó en 1999 produciéndose posteriormente hallazgos como el mosaico romano de doble cara de Baco.

En enero de ese mismo año también salió a la luz entre las ruinas arqueológicas la coronación de los muros y, tras ellos, unos pavimentos compuestos por materiales como el mármol, importado de Túnez o Esparta.

Campos militares romanos en La Mesa, Asturias

En octubre de 2016 un grupo de arqueólogos descubrió una serie de fragmentos de herramienta y armamento que podrían corresponder con el primer periodo de la conquista romana y de la denominada como guerras asturcantábras.

El equipo de investigación, formado por siete personas de Asturias, Galicia y Portugal, estuvo dirigido por Andrés Menéndez Blanco, José Manuel Costa y David González. Tras el hallazgo, el equipo realizó prospecciones en Teverga y Somiedo en busca de los restos de asentamientos romanos.

Los descubrimientos venían a confirmar que tanto en Cueiro como en el Xuegu La Bola se instalaron campamentos militares romanos. Además, se encontraban alineados con otros tres localizados en el Camín Real de la Mesa: en El Mouro (entre Grado y Belmente) y en Dolia-Las Cruces.

El Xuegu la Bola y Cueiru son dos áreas arqueológicas que forman un total de quince hectáreas y que se ha denominado como "castra aestiva", un término que engloba a los yacimientos que fueron ocupados temporalmente durante la conquista del territorio por parte del ejército romano.

Ya en el año 2001 se documentó en La Carisa el que se consideró como el primer campamento romano en Asturias. A partir de aquel momento se han llegado a localizar hasta 17 más.

600 kilos de monedas romanas descubiertas en Tomares, Sevilla

Hay ocasiones en las que las que las huellas del pasado resurgen por casualidad. Ejemplo de ello es el hallazgo que se produjo en el municipio de Tomares, en Sevilla.

En abril del pasado año, mientras se realizaban unas obras de canalización en el Parque del Olivar del Zaudín, la excavadora se encontró con 19 ánforas que llegaban a guardar en su interior hasta 600 kilos de monedas romanas del siglo IV.

Durante la obra, la excavadora acabó rompiendo al menos una docena de estas ánforas, una especie de cántaros altos y estrechos utilizados por los antiguos griegos y romanos.

Las monedas que se encontraron tienen un peso de entre ocho y diez gramos y son, en su mayoría, de bronce. No obstante, se encontraron algunas bañadas en plata. Además, las monedas se encontraban en flor de cuño, lo que significa que no tienen desgaste al no haber estado en circulación.

Además, por uno de sus lados aparece la figura del emperador Maximiano o de Constantino, mientras que en el reverso aparecen varias alegorías romanas. Tras el descubrimiento, las monedas se depositaron en el Museo Arqueológico de Sevilla.

Se descubre un ánfora única en el mediterráneo

Desde el año 2006 hasta el 2014 el Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña llevó a cabo trabajos de investigación en la cala Aiguablava, situada en el municipio gerundense de Begur.

Ya en 2015 el grupo presentó los descubrimientos realizados durante los años de investigación. La cala de Aiguablava fue una parada para los barcos que atravesaban el Cap de Begur. No obstante, algunos no consiguieron librarse de las inclemencias del tiempo que azotan la zona ya que, hasta tres barcos romanos se hundieron en la cala debido a los temporales.

El Aiguablava V, del s. II a. C., el Aiguablava I, del I a. C., así como el Aiguablava VI, de finales del s. II. D. C. El hundimiento de este último lo dejó boca abajo lo que seguramente permitió que las ánforas ahora encontradas se conservasen mejor.

Entre los hallazgos destacan dos ánforas que contaban con una estampación. Fue en una de ellas en la que se podía incluso leer en tinta negra "Oleum Dulce". Además, los arqueólogos consiguieron recuperar un cesto, así como una pequeña copa de cristal que podría datarse de finales del siglo II a. C. La primera pieza que se ha hallado en las aguas de las costas catalanas.

Descubren 200 denarios en la ciudad de Ampurias

Cada año el Museo de Arqueología de Cataluña organiza un curso dirigido a estudiantes en la ciudad romana de Ampurias (Girona). Durante el curso del pasado año, que ya cumplía su 70 edición, uno de los estudiantes halló 200 denarios cuando se encontraba realizando labores de excavación.

Además, se descubrió también un cucharón de bronce utilizado para la extracción del vino, así como restos de una veintena de ánforas y varias estructuras de la fase de ocupación más antigua de la ciudad.

La jarra que se encontraba enterrada y que almacenaba en su interior las monedas se dataron entre los años 115 a. C. y 81 a. C. Sobre sus caras aparecían representaciones de Roma, animales y alegorías.

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