Guía para elegir el casco más seguro: ¿cuál protege mejor?

  • Casi un 20% de los cascos salen despedidos tras un accidente grave y la mayoría de ocasiones porque la talla no era la adecuada.
  • Es muy importante que el casco tenga la etiqueta de homologación europea.
  • Los cascos menos seguros son los cascos abiertos porque no llevan mentonera.
  • Especial: SEGURIDAD VIAL
Siempre hay que usar el casco, también cuando hace calor o en los trayectos cortos.
Siempre hay que usar el casco, también cuando hace calor o en los trayectos cortos.
ARPEM
Siempre hay que usar el casco, también cuando hace calor o en los trayectos cortos.

El casco de moto es el elemento más importante para la seguridad del motorista porque puede reducir las lesiones mortales en la cabeza en un 50%, según informan desde la Organización Mundial de la Salud. Es por su gran efectividad por lo que en todos los países de la Unión Europea su uso es obligatorio.

¿Cómo elijo el mejor casco para mi seguridad?

La talla es fundamental. De poco sirve comprar un buen casco si no se adapta al tamaño de nuestra cabeza. Casi el 20% de los cascos salen despedidos tras un accidente de los denominados graves, según recoge la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (ANESDOR). Entre los diversos motivos (incluidos los casos en los que no están homologados) se repiten causas como que la talla no era la adecuada o que  no estaban correctamente abrochados.

Para asegurarte que compras un casco de la talla correcta es aconsejable que te midas el contorno de la cabeza por encima de las orejas. El tallaje va indicado con letras desde la XS a la 2XL acompañado de unos números equivalentes a los centímetros de la cabeza –por ejemplo 54/56-. Pruébatelo y comprueba que es cómodo, que no se mueve, no se cae sobre los ojos y no presiona la frente. Tampoco debe presionar las gafas en caso de usarlas y, sobre todo, no debe reducir la visión del motorista. El peso es clave en la comodidad y en la seguridad: evita los cascos que superen los 1.400 gramos.

Casco homologado. El casco debe proteger, no lo uses sólo para evitar la multa. Es importante que no utilices un casco que ha sufrido algún tipo de impacto fuerte. Además, debe disponer de la etiqueta de homologación europea que garantice que ha pasado las pruebas mínimas de resistencia a los golpes. Dicha etiqueta te dará mucha información sobre dónde se ha fabricado y qué nivel de seguridad aporta: si incluye la letra P equivale a que es un casco protectivo (integrales y algunos modulares); las letras N/P indican que es un casco no protectivo (la mentonera no protege); y la letra J informa que es un casco tipo jet o abierto. En la web de SHARP (Safety Helmet Assessment and Rating Programme) puedes consultar cuáles son los cascos de moto más seguros.

Tipos de cascos: el casco integral es el más seguro y el que más protege porque cubre totalmente la cabeza y la cara. El casco modular, convertible o semi-integral es similar al integral pero con una parte delantera que se puede abrir totalmente. En ambos casos llevan mentonera para una mayor protección en la zona de la barbilla. Los menos seguros son los cascos abiertos porque no llevan mentonera y, en muchos casos, tampoco pantalla protectora. En este grupo se incluyen los cascos jet, semi-jet o cascos quitamultas o calimeros –estos últimos no protegen la nuca, las orejas ni la cara-. En el caso de que vayas a circular por campo o en situaciones extremas opta por un casco de motocross, que es un casco abierto con la mentonera adelantada.

Además:

  • Sólo los cascos fabricados con policarbonato tienen fecha de caducidad, mientras que los realizados con fibra no caducan aunque las almohadillas interiores y la capa de poliestireno expandido para absorber los impactos sí se pueden deteriorar con el uso. Se recomienda optar por el casco con calota de estructura de composite formada por Kevlar, fibra de vidrio y de carbono.
  • Valora elegir un casco con pantalla o sistema antivaho, algo fundamental para disponer de buena visibilidad en invierno y en épocas de lluvia. El sistema más utilizado es el Pin-Lock, una pequeña pantalla que se instala en el interior de la visera con la misión de crear una zona ‘al vacío’ donde no entra la humedad. Muchos cascos incluyen pantalla antivaho pero con el paso del tiempo va perdiendo sus propiedades. Otras opciones son aplicar un spray anti-empañamiento o complementar el casco con unas nariceras para que el calor que desprende la respiración no afecte a la visera.
  • Elige un modelo cuyo distribuidor ofrezca un buen servicio postventa e incluya en su catálogo diversos accesorios que mejoren la seguridad y comodidad de dicho casco.
  • Opta por un casco con buena ventilación, cuya apertura y cierre sea sencilla y con un interior desmontable para lavarlo. En el mercado encontrarás modelos que garantizan mayor transpiración en verano. En cuanto al tipo de cierre, el más seguro es el de doble anilla frente al cierre micrométrico –más cómodo pero más inseguro-.
  • El casco siempre debe usarse totalmente abrochado.

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