Esas fueron las palabras exactas del director de la planta aquel 22 de febrero de 2007 anunciando el cierre, según ha explicado a Europa Press Antonio Montoro, secretario sectorial de Industria Automovilística de UGT-A y extrabajador de Delphi.

La de este miércoles es una concentración simbólica con la que quieren recordar que "todavía hay gente a la que se le prometió una salida y aún no se le ha dado", incurriendo así en "un agravio comparativo" con el resto de afectados.

Montoro ha señalado que son conscientes de que la situación actual no es la misma que la de aquel entonces, pero "no se puede dejar en la estacada a 400 familias". Por eso "hay que buscar una solución urgente", ya que la situación de estas familias es "crítica" y los afectados están "en una situación de exclusión social".

Ha recordado que ese 22 de febrero de 2007 "se vinieron abajo proyectos de familia e ilusiones", pero luego pudo "recuperarse un poco con el protocolo que firmamos con la Junta, que prometió una salida y dio esperanzas, aunque luego tampoco se ha hecho".

"LLAMADA DE AUXILIO"

El representante sindical ha incidido en la llamada de "auxilio" que se sigue haciendo a fecha de hoy desde el colectivo, que necesita de "un plan de coche, una solución para todas esas familias que lo están pasando verdaderamente muy mal".

Montoro ha resaltado que los extrabajadores de Delphi "jamás hemos faltado a la legalidad", pues "lo único que hemos hecho es cumplir lo que teníamos firmado con la Junta, a lo que nos obligaron para seguir manteniéndonos en ese protocolo que luego tiró por tierra" la Junta, que ha recordado que decidió unilateralmente dar por cerrado dicho protocolo.

"Lo que pedimos ahora es una salida, como siempre lo hemos hecho, dentro de la legalidad", ha enfatizado Montoro, convencido de que "hay salidas si hay interés", pues la Junta "tiene recursos para hacerlo, porque se ha hecho en otras ocasiones, con otros colectivos y en otras provincias. No entendemos por qué aquí no", ha apostillado.

Finalmente, ha lamentado que la Administración andaluza "no dialogue, no se siente en ninguna mesa de trabajo para buscar soluciones", considerando que debería de "tener por lo menos un poquito de conciencia con las personas a las que en su día prometieron una solución".