Así lo ha anunciado la portavoz de Educación del PP en las Corts, Beatriz Gascó, que ha manifestado que su grupo quiere "conocer la relación de gastos de Marzà y su equipo por el desplazamiento a Palma, pese a que no figuraba en su agenda oficial, con copia de las facturas y justificantes que acrediten el gasto, y también los beneficios conseguidos en ese viaje para mejorar la condición de vida de los valencianos que justifiquen esos gastos".

Para la portavoz popular, "Marzà confunde sus obsesiones y fijaciones con los intereses de la mayoría". "Ha puesto de manifiesto una vez más cuáles son sus prioridades, defender la causa catalanista, en un momento en el que cada día se le multiplican los recursos en los tribunales contra su política sectaria en la educación, caracterizada por los ataques a la libertad, por desoír las peticiones de gran parte de la comunidad escolar y por cumplir con la hoja de ruta de implantación del catalanismo en nuestra tierra", ha aseverado.

La diputada ha opinado que "la Cumbre de Palma celebrada ayer tiene como objetivo visibilizar la unidad de la lengua y dar un paso más en la defensa de sus aspiraciones catalanistas reforzando los proyectos compartidos con representantes independentistas". "Es un acto de espaldas a la ciudadanía", ha incidido.

"AUTÉNTICA VERGÜENZA"

"Nos produce auténtica vergüenza que el responsable de una de las carteras más importantes del Consell se dedique a hacer política sectaria que para nada representa el sentir de los valencianos. En lugar de solucionar los problemas que tiene encima de la mesa y que no está solventando se dedica a promover la causa catalanista confundiendo sus deseos con los intereses de la mayoría", ha agregado.

En la misma línea, la parlamentaria ha mostrado su preocupación por "la doble cara de este conseller que, por una lado, muestra una cara amable a la comunidad educativa, pero cuando toma decisiones de gobierno, la radicalidad forma parte de su ADN político".

"La política educativa de Ximo Puig y Mónica Oltra -ha continuado- está guiada por sus objeciones y fijaciones: ha eliminado la opción de poder elegir centro escolar, ha eliminado progresivamente el castellano de las aulas, ha abandonado la gestión para dedicarse a cuestiones ideológicas, ha incrementado la presencia de Escola Valenciana en las aulas utilizando a los equipos directivos, promovido el uso de banderas catalanas en los centros públicos en definitiva muy pocas medidas encaminadas a mejorar la calidad de la enseñanza".

Por último, Beatriz Gascó ha concluido que "la sociedad valenciana tiene que tener muy claro que Marzà es el Atila educativo". "Todo lo relacionado con la gestión como xarxallibres, pagos, jornada continua, transporte escolar o becas ha sido un completo desastre, un caos. Pero las cuestiones dedicadas a imponer un modelo de escuela única, las medidas ideologizantes, resultan un competo éxito como la primera educativa valenciana o el pacto de Palma. Marzà demuestra que en su Conselleria hay mucho más de ideología que de educación. Han metido la política en las aulas pero no mejora la calidad educativa de los estudiantes", ha concluido.