Un coche bomba deja al menos 51 muertos y medio centenar de heridos en Bagdad

Al menos 51 personas murieron este jueves y medio centenar resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en el suroeste de la capital de Bagdad, en un nuevo atentado con la marca del grupo yihadista Estado Islámico (EI).

El vehículo explotó en un concesionario de coches, que se ubica en la zona de Al Bayaa, lo que causó además daños materiales tanto en vehículos como en edificios cercanos, en una acción que hasta el momento no ha sido reivindicada por ningún grupo.

Sin embargo, el "modus operandi" ha sido muy similar al del ataque perpetrado este miércoles en el barrio de mayoría chií de Bagdad, Ciudad Sadr, en el que un terrorista detonó un cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo cerca de una zona de venta de coches llamada Al Habibiya, según fuentes de seguridad.

Al menos diez personas perecieron y 35 resultaron heridas en dicho suceso cuya autoría fue asumida por el EI, que aseguró en un breve comunicado que no pudo ser verificado, que el ataque fue lanzado por un suicida al volante de un choche-bomba.

Según los terroristas, en dicha acción, cuyo blanco declarado era la comunidad chií -mayoritaria en Irak-, murieron 32 personas y 64 resultaron heridas.

El barrio Ciudad Sadr ha sido en los últimos meses blanco frecuente de atentados reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

El ataque de este jueves se produce horas después de que las fuerzas de seguridad iraquíes lograran desactivar los explosivos de un coche, que se encontraba estacionado en un garaje, ubicado también en el populoso barrio de Ciudad Sadr.

El pasado martes, otro vehículo explotó en la zona de Al Bayaa y causó la muerte de tres personas y otras diez sufrieron heridas, según informó una fuente de seguridad a Efe.

Estos ataques coinciden con un repunte de la tensión política en la capital, después de que el pasado sábado, varias personas, en su mayoría simpatizantes de la corriente chií Al Sadr, dirigida por el clérigo Muqtada al Sadr, murieron en choques entre las fuerzas de seguridad iraquíes y manifestantes.

Las fuerzas políticas opositoras, sobre todo las simpatizantes de Muqtada al Sadr, han presionado desde hace meses al primer ministro, Haidar al Abadi, para que lleve a cabo amplias reformas políticas para acabar con la corrupción y el sectarismo en el seno de las instituciones y mejorar la eficiencia del Gobierno.

El atentado se produce mientras las fuerzas iraquíes se preparan para asaltar los barrios del oeste de Mosul, la segunda ciudad del país, y que siguen bajo el control de los yihadistas, que han sido expulsados recientemente de los distritos del este de dicha ciudad septentrional.

Los yihadistas han intentado contrarrestar las continuas derrotas sufridas sobre el terreno en los últimos meses con ataques y atentados en distintas partes del país, aunque principalmente se han concentrado en la capital.

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