Oliver y Juan Luis, un 'camino sin límites' con parada en Santiago

  • Dos hermanos granadinos, uno de ellos con parálisis cerebral, recorrieron los 800 kms que separan Roncesvalles de la capital gallega en 40 días.
  • Oliver, el mayor, ha dado una charla este sábado para contar cómo extrapolar lo que aprendió con esa aventura a la creación de un proyecto online.
  • La ponencia se enmarca dentro de la segunda edición de Tribucamp, evento dirigido a bloggers y emprendedores digitales celebrado en Madrid.
Oliver, a la izquierda, junto a su hermano Juan Luis, en el Camino de Santiago.
Oliver, a la izquierda, junto a su hermano Juan Luis, en el Camino de Santiago.
OLIVER TRIP
Oliver, a la izquierda, junto a su hermano Juan Luis, en el Camino de Santiago.

Cuando Juan Luis Marfil llegó a la Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela después de 40 días de camino gritó y rompió a llorar y su llanto contagió al resto de peregrinos. Eran lágrimas de alegría, porque pese a su parálisis cerebral y una discapacidad del 96% había logrado hacer realidad un sueño. "Acabábamos de vivir los minutos más emotivos de nuestras vidas", recuerda Oliver, hermano mayor de este granadino de 20 años.

Los dos habían salido juntos de la localidad navarra de Roncesvalles el 13 de septiembre y los dos llegaron juntos a la capital gallega el 22 de octubre. Atrás quedaban 800 kilómetros recorridos con una silla de ruedas pese a las dificultades físicas, climatológicas, técnicas y del terreno. Una aventura que había nacido como mucho más que un simple viaje. Bajo un nombre propio habían creado un proyecto solidario unido a la idea de superación.

"Camino Sin Límites representa una creencia ligada a la conquista de todos esos miedos e inseguridades que nos frenan a la hora de seguir creciendo en nuestro camino de la vida", explica Oliver. "Queríamos recaudar fondos y concienciar sobre los problemas de accesibilidad y sobre dónde están los límites a nivel personal", agrega al otro lado del teléfono.

Estos dos chicos grabaron cada etapa y la fueron compartiendo a través de las redes sociales para llevar esa labor de concienciación "a todos los lugares del mundo". De forma paralela lanzaron una campaña de crowdfuding con la que han recogido unos 10.000 euros. "Fue mi hermano el que eligió a qué asociación darle el dinero y eligió La Ciudad Accesible porque ha estado colaborando con ellos en temas de accesibilidad aquí en Granada, reivindicando sus derechos…", señala Oliver.

Durante aquella aventura de casi mes y medio este joven de 25 años aprendió la importancia de creer en uno mismo y cómo cuando alguien sale de su zona de confort y se enfrenta a situaciones nuevas puede llegar a sacar una fuerza mental y física que hasta ese momento desconocía.  También descubrió que es esencial tener cerca a la gente adecuada: "Hay que dejar atrás a la gente negativa, tienes que rodearte de personas positivas, que te impulsen, que te ayuden a tirar de la silla de ruedas, literalmente en este caso".  Ellos empezaron solos pero se les fueron uniendo peregrinos, hasta formarse un equipo, "una familia". La primera en sumarse fue su madre, quien se ocupó de llevar el coche de apoyo con el que les esperaba en el albergue al final de cada etapa.

Nómadas digitales

Oliver está convencido de que cada una de esas lecciones puede ser aplicada a cualquier aspecto de la vida y también a la hora de querer emprender un proyecto. Eso es lo que les ha contado este sábado en Madrid a los asistentes a la segunda edición de Tribucamp, un evento dirigido a bloggers y emprendedores online organizado por Franck Scipion, creador del blog Lifestyle Al Cuadrado y quien, como especialista en negocios digitales, cuenta con más de 1.500 clientes en 23 países.

Este encuentro está dirigido a lo que se conoce como nómadas digitales o knowmadas, un concepto acuñado por John Moravec durante una de sus charlas para referirse a una nueva clase de trabajadores que venden conocimiento propio a través de plataformas digitales desde cualquier punto del planeta, sin depender de un lugar físico, en una actividad que les apasione.

Ese es el caso de este estudiante de Turismo, quien antes de Camino Sin Límites ya había lanzado Oliver Trip, un blog de viajes que creó hace dos años y con el que pretende ayudar a otras personas a viajar más por menos y mostrarles la importancia que visitar otros lugares tiene para el crecimiento personal. Él habla desde la experiencia porque a él fue un viaje a Tailandia en 2013 el que le mostró qué era lo que quería hacer: "Estaba muy perdido. Estudiaba Turismo porque me gustaba viajar pero no quería trabajar en un hotel, en una agencia ni nada parecido. Entonces descubrí que lo que quería era viajar, pero no sólo 15 días de vacaciones al año sino que fuera parte de mi estilo de vida".

Al regresar a casa empezó a investigar por internet, descubrió que había gente que se ganaba la vida con blogs y proyectos online y decidió formarse para lanzar el suyo. "Con menos de cien euros puedes montar una web o un blog. Pero eso no te da nada. Necesitas consolidar una idea y ver cómo puedes sacar beneficio de ello. Cómo monetizarla. Ahí está lo que quieras invertir en formación. Puedes ser desde 100 euros a 3.000 si contratas un servicio de mentoring. Todo depende de la prisa que tengas", cuenta.

Oliver arrancó el negocio mientras estaba estudiando y aún vivía con sus padres. Fue la forma en la que pudo ahorrar para sacarlo adelante: "Ha sido como el master que no he hecho. En vez de pagarme un master me han dado de comer y alojamiento". Reconoce que a la hora de emprender es conveniente tener un "colchón" y desaconseja empezar un proyecto producto de "un arrebato", "sin pìes ni cabeza", sobre todo si se tiene un trabajo más o menos estable.

Este joven asegura que él empezó a ganar dinero a partir del primer año y hoy afirma con rotundidad que puede vivir de su proyecto. Sus ingresos provienen de internet, de los viajes en grupo que organiza con sus lectores, de afiliaciones con empresas del sector turístico y de las guías que publica. "Es una carrera de fondo. Al principio tienes que dedicar muchas horas sin recibir una remuneración económica. Es una inversión que haces de tiempo y si trabajas duro van llegando tarde o temprano los frutos", apunta.

"Cada día voy viendo que el esfuerzo da resultados y la gran satisfacción personal que tanto mi hermano como yo hemos tenido me motiva para seguir adelante", incide. Para un futuro cercano tiene varios proyectos en mente, entre los que está la presentación de un documental que el cineasta Joan Planas está preparando con el material que grabó con ellos durante algunas etapas. También quiere irse a Tailandia este verano sin fecha de  vuelta cerrada. Pero regresará, previsiblemente el año que viene, porque para entonces quiere volver a plantearse un nuevo reto junto a Juan Luis. "No sé si me lo llevaré al desierto, a la selva tailandesa o Nueva Zelanda, pero será una historia grande", promete. Un nuevo capítulo de su 'camino sin límites'.

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