Una persona muerta y unos 1.000 personas han sido evacuadas a raíz de los incendios que comenzaron el lunes pasado en Port Hills, cerca de la ciudad neozelandesa de Christchurch, informan este jueves medios locales.

La Defensa Civil neozelandesa informó que se han desalojado alrededor de unas 400 viviendas por dos focos que arden sin control y que ya han arrasado más de 2.075 hectáreas de terreno, según la cadena TNVZ de la televisión neozelandesa.

Alrededor de unos 130 bomberos, además de 14 helicópteros y tres aviones se encuentran luchando contra estos incendios, especialmente en la zona norte de Port Hills, que el martes pasado acabaron con la vida del piloto Steve Askin, cuando su aparato se estrelló mientras combatía las llamas.

Las autoridades, que han declarado en emergencia a Christchurch y la aledaña localidad de Selwyn, temen que un aumento en la intensidad de los vientos del noreste, que podrían alcanzar los 45 kilómetros por hora, aviven las llamas y las empujen hacia las áreas residenciales.

El primer ministro neozelandés, Bill English, dijo este jueves que los bomberos han sido "razonablemente exitosos" en la lucha contra los incendios, aunque admitió que "parece que no serán contenidos" durante este jueves.

English también precisó que las autoridades siguen trabajando para determinar las causas de los incendios, agregó TVNZ.