Las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento los agentes de que a un matrimonio le habían realizado varias operaciones no autorizadas con sus respectivas tarjetas de débito y crédito, que ascendían a unos 10.250 euros, ha informado la Jefatura Superior de Policía en un comunicado.
El matrimonio tenía una hija que únicamente iba al domicilio de sus padres a pedirles dinero y cuando se negaban a dárselo se lo sustraía directamente. Continuando con las investigaciones, los policías averiguaron la identidad de la sospechosa, así como que ésta había obtenido el pin de las tarjetas y compró, entre otros objetos, un teléfono valorado en unos 750 euros.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios