Según explica el Ministerio Público en su calificación inicial, a la que ha tenido acceso Europa Press, el procesado y la mujer han mantenido una relación de pareja durante siete años "de manera intermitente, tanto en la relación, como en la convivencia". Un período en el que el acusado ha actuado "de forma cruel" contra ella, explica el fiscal.

En este sentido, relata que supuestamente ha llevado a cabo "conductas posesivas, celosas, controladoras y agresivas sobre la perjudicada", al tiempo que "la humillaba, amenazaba, agredía e incluso forzaba sexualmente, cuando ésta no accedía a sus peticiones sexuales o económicas".

Al respecto, el Ministerio Público apunta que "desde el inicio de la relación sentimental ha llevado a cabo conductas tendentes a las domesticación y sometimiento de su pareja, profiriéndole insultos desvalorizantes", así como "expresiones dirigidas a causarle pánico", como amenazas de muerte.

No obstante, la mujer, "debido a su estado anímico y la reiteración de tales conductas, no puede concretar la hora, el día y el lugar" en los que ocurrieron los hechos que denunció el día 9 de septiembre de 2014, de modo que relató los más próximos a tal fecha.

Como consecuencia de ello, el fiscal indica que la mujer ha sufrido cambios emocionales, cognitivos y de conducta, "compatibles con una situación de violencia de género mantenida a lo largo del tiempo, precisando tratamiento psiquiátrico y psicológico".