El CEBAS tiene un 37% de profesoras investigadoras frente al 25% de la media del conjunto del CSIC

  • Este sábado se celebra por segundo año consecutivo el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Esta iniciativa, promovida por la Organización de Naciones Unidas (ONU), busca lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas.

El Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se suma a esta iniciativa en una muestra de su interés por acortar las desigualdades de género que se puedan producir en el acceso a la carrera investigadora.

Cuando se asciende en la carrera científica, la proporción de mujeres disminuye. Esta es una tendencia común en los 28 países que forman la Unión Europea, a pesar que desde hace varios años más del 60% de los títulos universitarios y al menos el 45% de los doctorados son obtenidos por las mujeres.

Esta es una de las principales conclusiones del Informe Mujeres Investigadoras 2016, elaborado por la Comisión de Mujeres y Ciencia, asesora de la presidencia del CSIC.

La doctora Francisca Sevilla, miembro de esta comisión durante diez años y la primera mujer que obtuvo el puesto de profesora de investigación en el CEBAS -el equivalente a una cátedra universitaria-, explica que "la infrarrepresentación de las mujeres se produce en los puestos más elevados de la carrera científica, que en nuestro Organismo Público de Investigación (OPI) corresponde a las escalas de Investigador Científico y Profesor de Investigación. Es lo que se denomina el 'efecto tijera': mientras que el personal en formación, recién graduados, es mayoritariamente femenino: seis de cada diez contratados del CEBAS en esta categoría son mujeres; en la cúspide de la escala cambian esas proporciones y la balanza se inclina hacia los hombres".

"En la actualidad, un 37% de los profesores de investigación del CEBAS son mujeres. Aun siendo todavía insuficiente, es justo remarcar que estamos mejor que la media del CSIC, donde el porcentaje de científicas en esta categoría se sitúa en un 25%, de acuerdo con los datos que maneja la Comisión de Mujeres y Ciencia", precisa Sevilla.

Además, la directora del grupo de excelencia de Estrés Abiotico, Producción y Calidad del CEBAS señala que "se ha registrado una evolución positiva frente a la situación que teníamos en 2010, cuando las mujeres ocupaban el 32% de los puestos de profesor de investigación, lo que supone un incremento de la presencia femenina en el más alto escalón de la carrera científica de nuestro centro del 15,62%. Un aumento discreto pero importante de mantener si queremos acabar con ese efecto tijera".

POSIBLES SOLUCIONES

¿Dónde se produce el punto de inflexión de ese sesgo en el ascenso? Para Sevilla, que también es Académica de Número de la Academia de Ciencias de Murcia, "el problema para las futuras científicas comienza a partir de defender su tesis porque para acceder a mejores puestos necesitan acumular méritos como estancias en el extranjero o liderar proyectos y líneas de investigación, lo que supone un choque con su vida personal y familiar".

"Así que la clave sigue estando en ahondar en una verdadera conciliación de la vida familiar y laboral. Por ejemplo, habilitando guarderías en los propios centros de investigación o muy cercanas y haciendo coincidir los horarios laborales con los de los colegios. Además, por supuesto, de una implicación real de los hombres en la vida doméstica y familiar, respetar la paridad de los miembros de tribunales de las oposiciones a la escala científica, vigilar cualquier conato de discriminación y promover mejores ayudas tanto legislativas como económicas, al igual que ocurre en otros países europeos", concluye.

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