Según el citado documento, enero ha sido muy frío en toda la región, salvo en Liébana y zonas altas de la Cordillera. Las inversiones térmicas, y el hecho de que el aire frío anticiclónico de la segunda mitad del mes llegara por el este, ha favorecido esta distribución de las temperaturas.

Además, ha sido húmedo en los valles del centro y el este; normal en el litoral central, occidental, en las comarcas del Ebro y en zonas altas de Liébana. En el fondo de Liébana ha resultado seco, sin embargo.

El mes de enero ha transcurrido en condiciones anticiclónicas. Comenzó con escasa nubosidad, sin precipitaciones, y con temperaturas bajas que dejaron heladas significativas en los valles del sur de la región, que llegaron a -11 grados en Cubillo de Ebro el 1 de enero, y a -12,4 el día 7.

Entre los días 9 y 16 el anticiclón se retiró lo suficiente para que se canalizara hacia la región una masa de aire polar atlántico, fría y cargada de humedad, que dejó prácticamente toda la precipitación que se recogió en el mes. Ocho días de precipitaciones abundantes, especialmente el día 10 con más de 50 litros por metro cuadrado recogidos en Ramales, Soba-Alto Miera, Altamira o Villacarriedo, con fuertes vientos del oeste y temperaturas máximas muy bajas, en torno a 5 grados en prácticamente toda la región.

La nieve llegó hasta cotas relativamente bajas, pero no se acumuló en cantidad significativa. Se restablecieron después las condiciones anticiclónicas, con ausencia de precipitaciones, nubosidad y viento escasos, temperaturas bajas e inversiones térmicas en los valles del interior.

El día 25, concluyó el periodo anticiclónico y llegó una extensa borrasca atlántica, que provocó un cambio de viento al suroeste con una subida generalizada de las temperaturas.

El número de días de helada -con temperatura mínima diaria inferior a 0 grados- ha sido muy elevado en el interior de Cantabria. Así, los 19 días en Terán, 16 en Villacarriedo, 18 en Tama o 21 en Nestares sitúan las temperaturas mínimas de este enero entre las más bajas de los últimos años.

El viento ha soplado un 10% menos de lo esperado en Parayas, mientras que la insolación del mes se sitúa entre las seis más elevadas de los últimos treinta años. La actividad tormentosa ha sido escasa, habiéndose registrado descargas sólo los días 14 y 27, y en un número reducido.

La temperatura máxima más alta han sido 22,1 grados el día 31 en Castro Urdiales; mientras la temperatura mínima más baja fueron los citados -12,4 grados el día 7 en Cubillo de Ebro.

La máxima precipitación recogida en 24 horas corresponde a 77,1 litros por metro cuadrado el día 10 en Villacarriedo Santibáñez, mientras la racha máxima de viento fue de 101 kilómetros por hora y se anotó el día 16 en Alto Campoo.