El cantante George Michael falleció hace ya 44 días y aún no ha sido enterrado. El motivo es que la policía y el juez instructor quieren realizar a su cuerpo más pruebas toxicológicas, pues la primera autopsia no fue concluyente.
Según el diario The Sun la principal hipótesis sobre la muerte (ocurrida el pasado 25 de diciembre, cuando Michael tenía 53 años) es la de la sobredosis de drogas, pero los análisis más precisos tardan varias semanas.
Así, y aunque la policía no cree que la muerte se debiera a nada sospechoso, el cadáver del cantante podría no recibir sepultura hasta fin de mes.
La estrella fue hallada sin vida en su residencia en Goring-on-Thames, en el condado inglés de Oxfordshire, por su actual pareja, el libanés Fadi Fawad. Se cree que Michael falleció debido a un fallo cardíaco y hasta la fecha se ha descartado que haya habido alguna circunstancia "sospechosa" en su muerte.
"La causa de la muerte no es concluyente y es necesario llevar a cabo más pruebas", apuntaba tras la primera autopsia un portavoz del cuerpo policial de Thames Valley. La misma fuente policial dijo que el fallecimiento del cantante británico "sigue siendo considerado inexplicable pero no sospechoso".
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