Según el escrito de acusación, la hija tenía cuatro años al comenzar los abusos. La menor fue tutelada por la entidad Pública de Menores en 2013 y las visitas con el progenitor fueron suspendidas.

Por estos hechos se piden seis años de prisión para el padre, en los que se le privará de la patria potestad de la menor, seguidos de tres años de libertad vigilada, además de obligación de participar en programas de educación y prohibición de acercarse a menos de 500 metros o de comunicarse por cualquier medio con la víctima por tiempo de diez años.