El ultraderechista Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen quiere imponer una tasa del 10% a las empresas instaladas en Francia que contraten trabajadores europeos y extracomunitarios en caso de que gane las presidenciales, dijo el viernes su vicepresidente, Florian Philippot.

"Queremos devolver los privilegios a los franceses. Primero, impidiendo el derecho a voto de los extranjeros de forma definitiva y devolviendo a los franceses la prioridad de acceso a las viviendas sociales y al trabajo", dijo en la radio RTL Philippot, quien expuso que la idea es inscribir en la Constitución la preferencia nacional.

La líder de la extrema derecha francesa avanzó ayer en el diario Le Monde su intención de implantar ese impuesto, pero no había detallado el porcentaje. Para el "número dos" de Le Pen, esta medida, que afectará a los contratos nuevos a extranjeros procedentes de la UE o fuera de ella, tiene como meta evitar que los salarios bajen debido a la competencia de la inmigración.

"Si un empleador quiere realmente los servicios de un asalariado extranjero que él estima especialmente competente, seguro que hará el esfuerzo pagando el impuesto. Y si no, contratará a un francés. De esta manera, se podrá evitar la deflación salarial permanente asociada a la inmigración masiva", sostuvo Philippot.

Este fin de semana, en Lyon, la candidatura de Marine Le Pen presenta sus 144 proposiciones presidenciales para las elecciones del 23 de abril y el 7 de mayo.

Según las encuestas, Le Pen y el socioliberal Emmanuel Macron son actualmente los favoritos de los comicios, beneficiados por el desgaste del candidato de la derecha, François Fillon, investigado por supuesto fraude en la contratación de familiares.