Los tatuajes son para muchos piezas de arte, en especial cuando están elaborados de forma personal por creadores experimentados. Es el caso del elaborado dibujo que luce Tim Steiner en su espalda, motivo de su orgullo y que ahora ha adquirido cual pieza de arte un coleccionista alemán.

El comprador en cuestión, Rik Reinking, ha ofrecido una suma de 150.000 euros por la espalda de Steiner; cuando éste muera, su piel se enmarcará, y antes la expondrá sentándose en galerías sin camiseta.

"La obra de arte está en mi espalda, yo solo soy el que la lleva encima", ha asegurado el tatuado, un profesional en el mundillo que reside en Zúrich.

Hace una década, su entonces pareja conoció a un artista belga, Wim Delvoye, muy conocido y artífice de más de una obra polémica.

Devolye habló con él en su momento, y le dijo que buscaba a un voluntario para tatuar una nueva idea; él se ofreció como lienzo: "le dije que me gustaría hacerlo", asegura.

Dos años después y tras cuarenta horas de trabajo en el estudio, la obra se hizo realidad: desde entonces, luce una virgen coronada con una calavera mejicana, con rayos amarillos emanando de su halo.

"Es un concepto bastante utilizado", se justifica Steiner cuando le comentan que la idea es "macabra". "En la historia del tatuaje Japonés ya se hizo muchísimas veces. Si algo está bien enmarcado y tiene aspecto agradable, no lo veo una mala idea".