El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, dijo este miércoles que la negociación para la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) comenzará dentro de 90 días, una vez concluyan las consultas con los sectores productivos de México y Estados Unidos.

"Estamos dando paso a un proceso acordado con el Gobierno de Estados Unidos, que por igual inicia en aquel país, y que se da en el marco de este diálogo constructivo que queremos tener" sobre las reglas de la relación bilateral, señaló el mandatario mexicano.

Durante el lanzamiento de la campaña "Hecho en México", Peña Nieto aludió al anuncio realizado hoy sobre el inicio de consultas con los sectores productivos del país a partir de este miércoles para fijar los parámetros que guiarán la revisión y profundización del TLCAN.

El dirigente reconoció la existencia de "diferencias puntuales" con el Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, pero insistió en la necesidad de "construir, a partir de las coincidencias" y en "pleno ejercicio de nuestra soberanía".

La Cancillería y la Secretaría de Economía indicaron hoy que las consultas con el sector privado y otros actores relevantes del país continuarán de manera permanente una vez que se inicie la negociación del acuerdo comercial, en vigor desde 1994 entre México, Estados Unidos y Canadá.

El proceso estará coordinado por la Secretaría de Economía, a través de los mecanismos ordinarios establecidos, y en él tendrá una participación activa el Senado. Las secretarías destacaron que la consulta "es indispensable para lograr una modernización del TLCAN que atienda el interés nacional, como se está haciendo en el caso del Acuerdo entre México y la Unión Europea, cuya negociación habrá de ocurrir también en 2017".

Trump amenazó con cancelar dicho tratado durante su campaña, al considerar que perjudica los intereses de su país y beneficia a México, si bien después señaló que impulsaría una revisión de sus términos.

Peña Nieto ha expresado su disposición a renegociar el TLCAN para mejorarlo e incluir áreas que no estaban cuando los tres socios firmaron el pacto, como el comercio electrónico, la energía o las telecomunicaciones.