En su escrito de acusación provisional, al que ha tenido acceso Europa Press, el fiscal interesa la sustitución de la pena de prisión por la expulsión del territorio nacional del acusado, en situación legal y condenado previamente a cárcel por tráfico de drogas, con la "prohibición de regresar a España en un plazo de cinco años".

Los hechos ocurrieron sobre las 7,15 horas del 20 de septiembre de 2015, cuando el acusado, de iniciales D.D., fue sorprendido por dos agentes de la Policía Nacional realizando una supuesta operación de venta y distribución de estupefacientes a un tercero en la calle Santa Bárbara con Almona de San Juan de Dios.

Ambos emprendieron "veloz huida a continuación al percatarse de la presencia policial" si bien el acusado "fue interceptado" por uno de los agentes contra el que reaccionó, "con la finalidad de impedir dicha detención", de forma violenta "propinándole diversos golpes a la altura del torso así como agarrándolo fuertemente por el cuello".

Ello le causó al agente dolor en cuello y dedos de las manos y contusiones múltiples en tronco que precisaron para su "sanidad una sola asistencia facultativa tardando en curar dos días no impeditivos", ha precisado el fiscal que también detalla que "resultó dañada la camisa del uniforme policial sin que conste tasación de los daños".

Se le intervinieron al acusado 68 euros y, dentro de una lata de crema labial, dos trozos de plástico que contenían en su interior 0,2 gramos de MDMA con una riqueza del 82 por ciento y valor en el mercado ilícito de al menos 2.416 euros, y 1,09 gramos de cocaína con riqueza del 20,1 por ciento y un valor de al menos 64,3 euros.

D.D. se enfrenta a la petición de cuatro años y nueve meses de prisión y multa de 7.450 euros por un supuesto delito contra la salud pública (grave daño a la salud) en el que concurre la agravante de reincidencia al estar condenado por sentencia firme de junio de 2015 de la Audiencia de Granada a un año y ocho meses de prisión.

Además, el fiscal le pide un año de prisión por la presunta comisión de un delito de atentado y multa de 360 euros por otro de lesiones, solicitándosele asimismo una indemnización de 60 euros al agente supuestamente lesionado y la cantidad en que se tase la camisa dañada.