Según ha informado este miércoles la policía catalana, el ladrón, de 25 años y vecino de Mataró, que acumula numerosos antecedentes, se resistió violentamente a la detención llegando a tirar al suelo a uno de los policías y tuvo que ser reducido.
Le atribuyen tres robos cometidos en noviembre en comercios de Figueres, a los que accedía forzando la puerta para hacerse con la caja registradora y aparatos electrónicos, y tras pasar a disposición judicial quedó en libertad con cargos.
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