ONU Hábitat pide más políticas públicas para poder evitar nuevas burbujas inmobiliarias

  • Las burbujas acaban por expulsar a quienes tienen menos medios a las periferias de las ciudades, causando problemas sociales.
  • El director ejecutivo de ONU Hábitat propone que las ciudades "cambien de paradigma" para resolver el cambio climático y la desigualdad.

El director ejecutivo de ONU Hábitat, Joan Clos, ha avisado de que, sin políticas públicas, el mercado inmobiliario genera burbujas en los precios que acaban por expulsar a quienes tienen menos medios a las periferias de las ciudades, causando problemas sociales. "El mercado libre crea burbujas con cierta periodicidad. Si solo afecta a una cuestión económica no es tan problemático, pero cuando se trata de vivienda, se convierte en un problema social", asegura el exalcalde del Barcelona en una entrevista.

"Se expulsa a las clases menos pudientes, se da una segregación social y la respuesta son políticas públicas para garantizar el acceso a la vivienda", afirma. Aunque declina comentar sobre medidas concretas puestas en marcha en ciudades como Barcelona y Madrid, Clos sí apunta a Alemania como el "caso ejemplar" en esta materia, gracias a una combinación de políticas nacionales que promocionan el alquiler y hacen la vivienda asequible.

El que fuera alcalde de Barcelona de 1997 a 2006 prefiere no entrar tampoco a comentar las medidas adoptadas en esta ciudad para tratar de contener el turismo masivo, como la moratoria hotelera, aunque recalca que el sector debe ser gestionado. "Se puede morir de éxito. Esto se resuelve gestionándolo, no prescindiendo de él. Por ejemplo, diversificando geográficamente los puntos de atracción, en lugar de concentrarlos. No se puede permanecer pasivo, contemplando lo que pasa, porque eso puede llevar a que el sector se especialice en turismos como el de borrachera", dice. Diversificar la economía de la ciudad, para que no dependa de un solo sector y sea, por tanto, vulnerable a cualquier tipo de shock que lo afecte es también clave, a ojos del director ejecutivo de ONU Hábitat.

Destaca igualmente la importancia de que las ciudades "cambien de paradigma" para resolver dos de los principales problemas que presentan: el cambio climático y la desigualdad. "Los temas de medioambiente no están resueltos ni mucho menos, ni los temas de desigualdad social, de pérdida de accesibilidad a la vivienda, con la expulsión de la población con un menor bienestar hacia las periferias, que tienen un mayor grado de hacinamiento", recalca Clos.

Tras treinta años de crecimiento de las desigualdades, las consecuencias son evidentes: disminución de las políticas de redistribución, centros urbanos que se vacían porque dejan de ser asequibles para buena parte de la población y un aumento de la brecha que segrega a los "barrios pobres" de los "barrios ricos", entre otras. Este aislamiento de unos grupos sociales de los otros "se ha vinculado últimamente al terrorismo", advierte Clos, quien señala que hoy se ve con sorpresa las consecuencias de políticas adoptadas hace tiempo, que fomentan esta desigualdad social.

En su opinión, "los ayuntamientos tienen que cambiar la marcha, tienen que escalar un punto más en su involucramiento en el cambio climático (...) porque lo que han hecho hasta ahora, con el reciclaje por ejemplo, no es suficiente", subraya Clos, quien apuesta por medidas "muy radicales". Defiende que las administraciones locales se conviertan "en operadores energéticos, tanto en producción como en distribución", es decir, que generen energía de fuentes renovables y jueguen un papel activo. Hasta ahora, las urbes son "grandes consumidoras de energía que, como están básicamente generada por combustibles fósiles, las convierten en grandes emisoras de gases", recalca Clos, quien apunta a los problemas por contaminación que sufren ciudades como París, Barcelona o Madrid, que esta Navidad recurrió por vez primera a restricciones al tráfico.

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