La parte antigua de Cáceres contará con un albergue y un restaurante con un gran patio en la casa de los Vargas-Figueroa

  • CÁCERES, 24 (EUROPA PRESS)
Presentación del proyecto de la casa Vargas-Figueroa de Cáceres
Presentación del proyecto de la casa Vargas-Figueroa de Cáceres
EUROPA PRESS
Presentación del proyecto de la casa Vargas-Figueroa de Cáceres

La parte antigua de Cáceres contará con un albergue, un centro social y cultural para actividades y un restaurante de dos plantas y un gran patio, tras la recuperación de la casa de los Vargas-Figueroa, un inmueble situado en la Cuesta de la Compañía, en pleno casco histórico anexo a la Casa del Sol.

Será rehabilitado por los Misioneros de la Preciosa Sangre, que tienen el derecho de usufructo de este edificio, en desuso desde principios de los años 80 y que es propiedad del Obispado de Coria-Cáceres.

El proyecto ya está redactado y solicitada la licencia de obra en el ayuntamiento por lo que se espera que las obras de reforma puedan comenzar en el mes de junio y, tras un periodo de ejecución de unos 18 meses, las nuevas instalaciones puedan estar abiertas para finales de 2018. La inversión prevista por la congregación religiosa asciende a 1,5 millones de euros y se financiará a través de la Fundación Gaspar del Búfalo, que se creó en 2012 para gestionar los bienes de la orden.

Una vez esté en marcha, el albergue, la sala de exposiciones y el centro social, estará gestionado por la propia fundación pero el restaurante será explotado por una empresa privada de restauración, según se ha adelantado este martes en la presentación de este proyecto que contribuirá a revitalizar el casco histórico de la ciudad.

Así lo ha señalado el viceprovincial de la Congregación de los Misioneros de la Preciosa Sangre de la Provincia Ibérica, Paulino Hernández, quien ha adelantado que el albergue está dirigido al público en general pero, principalmente, a los jóvenes que no pueden hospedarse en la parte antigua de la ciudad que oferta hoteles de cuatro y cinco estrellas, por lo que los precios serán "muy asequibles" para que "puedan hacerlo por menos dinero".

En la presentación del proyecto han estado también el director provincial de la congregación, Luis Filipe Cardoso; el vicario general de la Diócesis Coria-Cáceres, Diego Zambrano, y el asesor de la congregación y misionero laico, Felipe Sáez, quien ha explicado que la idea es mejorar el estado de conservación del edificio pero también "darle un uso social sostenible para obtener recursos con los que seguir invirtiendo en los proyectos que la congregación tiene por todo el mundo.

Para ello, el albergue contará con 240 metros cuadrados repartidos en cinco dormitorios con tres literas cada uno, con lo que la capacidad total será para 30 personas. Estará abierto a todo el público y también servirá para intercambios de alumnos de los centros educativos con los que cuenta la congregación. La entrada será por la Cuesta de la Compañía, justo frente a la puerta del Centro de Interpretación de la Semana Santa.

EL LEGADO DE LOS OVANDO

Habrá también una sala de usos comunes de unos 50 metros cuadrados para reuniones o proyectos sociales y un centro de interpretación para ofrecer a "toda la ciudadanía" el archivo de los marqueses de Ovando que llegó a manos de la orden tras la cesión de todos los bienes por parte de Vicente de Ovando y Solís en 1856 a la compañía.

Se trata de 25 legajos de documentos, algunos de los cuales datan de 1801, que serán expuestos en vitrinas móviles y podrán ser consultados por investigadores en una sala que servirá también para la celebración de actividades culturales como exposiciones o conferencias.

El restaurante tendrá dos plantas con un patio de casi 200 metros cuadrados y es el único proyecto cuya gestión se externalizará para que la lleve una empresa de restauración que podrá celebrar eventos en sus dependencias. "Ya hay empresas interesadas", apuntó Sáez, quien explicó que tendrá una entrada independiente y al patio también se podrá acceder por la calle del Mono.

Todo el edificio cumplirá las normas de accesibilidad para personas con movilidad reducida y se instalará un ascensor para acceder a las plantas superiores, donde estará un comedor del restaurante.

Luis Filipo Cardoso ha explicado que la idea es ir más allá de la recuperación del inmueble y proyectar una dimensión social, cultural y religiosa al edificio ya que será "una casa abierta, solidaria, y de encuentro" ya que también albergará un centro de "reconciliación y de escucha" a personas que lo necesiten.

La casa de los Vargas-Figueroa lleva cerrada más de treinta años. En su día fue residencia de estudiantes de la congregación y sede de un grupo Scout pero se dejó de utilizar y ha sido objeto de varias ideas que no han cuajado hasta ahora con este proyecto que recuperará uno de los edificios más emblemáticos del casco histórico de la ciudad.

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