Trump mantiene su cruzada contra la comunidad hispana y olvida representar a los latinos

Personas se manifiestan en Washington clamando por los derechos de los inmigrantes y las minorías.
Personas se manifiestan en Washington clamando por los derechos de los inmigrantes y las minorías.
EFE
Personas se manifiestan en Washington clamando por los derechos de los inmigrantes y las minorías.

"Este es un país donde se habla inglés, no español", dijo Donald Trump en plena campaña electoral para convertirse en el candidato a competir por el sillón de la Casa Blanca. Más de un año después, el magnate ocupa el Despacho Oval y ya cuenta con su primera polémica relacionada con el idioma hablado por millones de ciudadanos en Estados Unidos.

Parte de los analistas esperaban que, al convertirse en el representante de todos los ciudadanos estadounidenses, Trump moderara el tono racista y polémico que mantuvo en la campaña y dejara de lado las acciones anunciadas contra la comunidad hispana. Como el anuncio de la construcción de un muro en la frontera con México, que tendría que pagar el país vecino; o la amenaza de deportar a 11 millones de inmigrantes sin papeles que viven en el país, cifra que posteriormente redujo a 3 millones, aquellos con antecedentes penales.

Sin embargo, el pasado viernes, el mismo día de su investidura, la nueva administración americana eliminó la versión en español de la página web de la Casa Blanca y cerró las cuentas en español que el Gobierno tenía en Facebook y Twitter. El portavoz del presidente, Sean Spicer, sugirió después que la ausencia repentina se debe a que la página está "en construcción", aunque no precisó si la traducción al español volverá.

"Es una cuestión que tiene que ver con la expulsión de las minorías", se ha lamentado Darío Villanueva, director de la Real Academia Española (RAE), tras conocer la medida, que califica de "gesto simbólico". En la misma línea se pronuncia Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes, que asegura que la retirada de la versión española del medio gubernamental es "grave" y "no presagia cosas buenas".

Da la espalda a los latinos

Los últimos acontecimientos indican que Trump mantiene su intención de dar la espalda a la comunidad latina. El nuevo presidente no ha contado con ningún hispano para ocupar un puesto de responsabilidad en su gabinete, un vacío representativo que no se daba desde 1988. A esto se suma que no habrá un portavoz de prensa dirigido a los medios en español, como sí lo tuvo la administración Obama.

El desplante hacia la población latina es especialmente grave si se tiene en cuenta que los hispanos conforman la primera minoría del país, con 56,6 millones de personas, cerca del 18% de la población, según datos del censo del país correspondientes a 2015. Un porcentaje que se eleva en estados como California, Texas y Florida, con más población de origen hispano.

Lo cierto es que el 95% de ellos considera esencial que sus hijos y nietos hablen el idioma, según el centro Pew Research, una prioridad que prevé ser ignorada por el nuevo presidente a juzgar por sus primeras decisiones como líder del país y por el tono que mantuvo durante la campaña electoral.

De hecho, los insultos a los latinos, especialmente a los mexicanos, que conforman el 63% de la comunidad hispana que vive en Estados Unidos, han sido frecuentes por parte de Trump. En junio de 2015, llegó a decir que los mexicanos que llegan al país "traen drogas" y "son violadores". También quiso dejar muy claro que "México no es nuestro amigo".

En agosto del mismo año, el magnate echó de una rueda de prensa a Jorge Ramos, un periodista hispano del canal latino Univisión, que le hizo preguntas sobre su política migratoria. El polémico suceso se consideró como una forma de callar la voz de los hispanos.

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