Así es el coche blindado que protegerá al presidente Trump

  • La limusina presidencial en Estados Unidos es una Cadillac One, también conocida popularmente como 'The Beast' (la bestia).
  • Cuenta con elementos de seguridad que la protegen contra bombas, disparos, granadas, pequeños misiles y ataques químicos.
  • Acelera de 0 a 100 km/h en apenas cuatro segundos y su velocidad máxima y peso total son información clasificada.
La limusina presidencial en Estados Unidos es una Cadillac One.
La limusina presidencial en Estados Unidos es una Cadillac One.
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La limusina presidencial en Estados Unidos es una Cadillac One.

Donald Trump ya es a todos los efectos presidente de Estados Unidos. El empresario americano, además de contar con una nutrida flota de transportes privados de distintos tipos en propiedad, deberá ahora moverse en el coche oficial designado para tal efecto, como ya hacía su predecesor Barack Obama. Tras la polémica surgida hace algo más de un mes por la queja de Trump ante los costes "fuera de control" del nuevo Air Force One que estaba fabricando Boeing, el ya presidente (llegado el día de su investidura) empezará a moverse por sus distintos destinos a lomos de la limusina presidencial.

Este vehículo, un Cadillac One, cuenta con multitud de elementos de seguridad para prevenir al presidente de Estados Unidos ante cualquier tipo de ataque. Según informa Business Insider, este vehículo (al que popularmente se conoce como 'The Beast' -la bestia-), está fabricado en la planta de General Motors de Detroit, y supone una especie de fortaleza sobre ruedas. El presidente cuenta con una docena de vehículos idénticos, que permanecen aparcados en el cuartel general de los servicios secretos americanos mientras no se utilizan.

Aunque por precaución no se hacen públicos los detalles de las tecnologías de seguridad empleadas (ni tampoco su peso), sí se sabe que el coche, fabricado con aluminio, titanio, cerámica y acero, cuenta con una placa de este último material cubriendo toda la parte inferior del coche, lo que lo protege de bombas y granadas que pueda encontrarse por el suelo en su camino. El habitáculo interior, además, está completamente sellado para prevenir al presidente y otros posibles ocupantes ante cualquier ataque químico. De hecho, la única ventana del coche que puede bajarse (y tan solo 7,6 cm) es la del conductor, el resto son fijas.

Las ruedas, reforzadas con kevlar, son resistentes a punciones que pudieran provocarles pinchazos. En el caso de que pudieran pincharse, las monturas de las llantas, fabricadas con acero, permitirían al coche seguir circulando hasta un lugar seguro. El tanque de gasolina (cuya capacidad desconocemos, aunque 'The Beast' consume unos 63 litros cada 100 kilómetros) está sellado para evitar que un disparo pudiese hacer explotar todo el vehículo.

En el maletero de los Cadillac One presidenciales hay, además de elementos para extinguir incendios y reservas de oxígeno, un pequeño contenedor con sangre del tipo sanguíneo del presidente por si sufriese un ataque que le hiciera requerir una transfusión. Con sus casi cinco metros y medio de largo y más de uno y medio de alto, la limusina del POTUS está protegida también por una puerta de ocho pulgadas (más de 20 centímetros) de grosor, con un peso similar a la de la cabina de un Boeing 757, y cristales a prueba de balas.

Además de preparado para proteger al presidente, la Limo One, como también se conoce al vehículo, está preparada para defenderse: en su parachoques frontal hay pequeños cañones de gas pimienta y una cámara de visión nocturna, aparte del armamento propio del personal de seguridad del Gobierno, y allá donde viaje con el presidente se aparcará estratégicamente para formar una barrera entre el máximo mandatario estadounidense y una posible multitud que pudiera agolparse sobre él.

En su interior, Donald Trump contará con un teléfono vía satélite con el que podrá estar en contacto permanente tanto con su vicepresidente Mike Pence como con el pentágono, así como el conocido como 'botón del pánico'. Pueden viajar cuatro personas además del presidente y su conductor, y la parte frontal del coche está separada de la trasera por un cristal que tan solo el presidente puede bajar. Su coste está entre un millón y un millón y medio de dólares, y se prevé, tal como informa el Daily Mail, que con la toma de posesión del nuevo presidente empiece a utilizarse un modelo renovado, del que ya se están realizando pruebas.

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