Una de las autoras del informe, Felisa Becerra Benítez, ha desglosado los resultados del mismo, en el que se recoge que el PIB de Castilla y León ha crecido un 0,3 por ciento en el tercer trimestre de 2016, por lo que se ha registrado una variación interanual del tres por ciento, con un aumento del 4,5 por ciento en el número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo.

Por segundo trimestre consecutivo, el crecimiento de la producción se ha debido, según el informe, al impulso de la demanda interna, que ha supuesto una aportación positiva de 3,6 puntos porcentuales, donde el gasto en consumo final ha crecido casi un cuatro por ciento, como consecuencia del repunte del gasto de las Administraciones Públicas, aunque el principal soporte del crecimiento "continúa siendo el consumo de los hogares", cuyo crecimiento se ha moderado hasta el 3'5 por ciento.

Sin embargo, la contribución del saldo exterior al crecimiento del PIB ha sido negativa con menos 0,6 puntos porcentuales, lo que se debe según el informe, al débil aumento de las exportaciones de bienes y servicios, que han crecido un 0,3 por ciento, mientras que se ha moderado el crecimiento de las importaciones hasta el 1,1 por ciento.

Por el lado de la oferta, el Valor Añadido Bruto ha crecido en todos los sectores, con variaciones interanuales entre el 1,5 por ciento del sector industrial en su conjunto y el 5,4 por ciento del sector agrario, mientras que

en los servicios y la construcción se ha observado un mayor dinamismo.

El ritmo de creación de empleo también ha repuntado en el tercer trimestre de 2016, al tiempo que la población activa ha crecido por "primera vez desde mediados de 2012" debido al incremento en la tasa de actividad, ya que la población en edad de trabajar ha vuelto a descender.

El número de ocupados ha aumentado en 32.100 en el tercer trimestre de 2016, lo que supone un crecimiento del 3,5 por ciento respecto al mismo periodo de 2015. En términos relativos, el informe destaca el aumento entre los ocupados a tiempo completo, por cuenta propia, así como entre los asalariados con contrato temporal, mientras que por sectores disminuye únicamente el empleo en la construcción. Por su parte, el número de parados ha descendido en torno a un 16 por ciento, lo que ha situado la tasa de paro en el 13,9 por ciento.

PREVISIONES DE FUTURO

En lo que respecta a las previsiones de crecimiento para Castilla y León, Felisa Benítez ha explicado que las estimaciones para 2017 apuntan a una desaceleración en el ritmo de crecimiento de la actividad y el empleo, en un escenario en el que aumentan los factores de incertidumbre, con un crecimiento del PIB regional del 2,1 por ciento, debido a la aportación positiva de las actividades no agrarias.

Por otro lado, se espera un ligero repunte de la inversión, que podría crecer un tres por ciento, en tanto que el consumo de los hogares crecería algo más de un dos por ciento y se mantendría más estable el gasto en consumo de las Administraciones Públicas.

A su vez, el número de ocupados podría crecer un 1,4 por ciento, debido al aumento del empleo no agrario, con tasas previstas entre el 0,7 por ciento del sector servicios y el 6,3 por ciento de la construcción, por lo que la tasa de paro podría situarse por debajo del 15 por ciento en el promedio del año.

ANÁLISIS POR PROVINCIAS

Según las estimaciones reflejadas en el informe elaborado por Españaduero, las provincias de Burgos y Palencia son las que han mostrado un mayor dinamismo en el tercer trimestre de 2016, por lo que se estima un avance interanual de la actividad económica del 3,4 por ciento en ambos casos, así como Valladolid y Segovia, que también han mostrado un incremento superior a la media regional con un 3,3 y 3,2 por ciento, respectivamente.

Respecto al conjunto del año 2016, las previsiones señalan que Burgos, en un 3,4 por ciento, Palencia, en un 3,3 por ciento, y Valladolid, en un 3,2 por ciento, mostrarán mayores incrementos de la actividad, que se anticiparán para crecimientos menos intensos de todas las provincias en 2017.

En concreto, Burgos y Segovia podrían registrar los mayores aumentos en 2017, cercanos al 2,5 por ciento, junto con Palencia y Valladolid, mientras que se situarán en torno a la media regional los avances de Salamanca, Zamora y Soria.