El temporal que azota la Península desde el martes ha afectado con fiereza el tramo de la línea de AVE que conecta Madrid y Alicante. Las condiciones extremas y la acumulación de nieve entre Albacete y la provincia levantina interrumpieron el servicio de decenas de trenes, lo que provocó que miles de viajeros se quedaran tirados sin llegar a su destino.

Begoña, una madrileña que cogió el jueves un AVE en Madrid para llegar a Alicante por motivos de trabajo, es una de ellas. "Salimos en el tren de las ocho menos cuarto de la mañana. Hasta Villena fuimos sin problemas, había mucha nieve por el camino, pero nada más", asegura a 20minutos en conversación telefónica. En ese municipio de la Comunidad Valenciana hicieron una parada que se alargó una media hora sin información de ningún tipo, sin saber lo que ocurría mientras veían el ajetreo del personal. Minutos más tarde, el servicio llegó a restablecerse y finalmente Begoña logró llegar a Alicante. Eso sí, con retraso.

La odisea, sin embargo, comenzó por la tarde, al intentar coger el tren de vuelta a la capital que debía salir a las 18.00 horas. Ella, como el resto de pasajeros también procedentes de otros trenes, estuvo esperando hasta la noche; el convoy nunca llegó a salir de la estación. "Estuvimos esperando durante horas y no nos daban información. En las pantallas solo ponía 'salida inminente'", decía visiblemente cabreada. "Llamé a Adif ya que el personal no comentaban nada, y lo único que me decían es que no nos podían informar".

Algunos viajeros procedían de un tren anterior con destino a Ciudad Real, que a causa del temporal se había quedado atrapado entre Alicante y Albacete, en una zona desértica, esperando a que los equipos de Protección Civil les rescataran. "Me dijeron que estaban en medio de la nada, era todo campo y que ellos mismos llamaron al 112. Era una situación tercermundista". Al lugar llegó Protección Civil con mantas y muchos de ellos fueron realojados en el mismo tren que Begoña, ese que nunca logró poner rumbo a Madrid.

Sobre las 19.00 horas, llegaron las primeras noticias con cuentagotas. Un tren se había quedado atrapado en la vía, impidiendo la circulación del resto. "Nos recomendaron que no viajáramos, ni siquiera nos decían que el tren no iba a salir".

Así, unas 400 personas terminaron agolpadas en Atención al Cliente, pidiendo explicaciones y haciendo cola para que, en taquilla, les cambiaran el billete. "Había dos personas atendiendo a 400. No pusieron refuerzos". Tampoco les facilitaron alternativas a pesar de que tenían que pasar la noche allí. A las diez menos cuarto de la noche, "solo quedábamos 50". Fue entonces cuando una persona de Adif se acercó para ofrecer ayuda a las personas que no tenían alojamiento. "Yo me he pagado el hotel, pero voy a reclamarlo, por supuesto".

El caos se apoderó de la estación de Alicante, pero Begoña logró cambiar su billete. No sin antes con ciertos inconvenientes: "Primero me asignaron uno por la mañana que era un Altaria, cuando yo viajaba en AVE —son tarifas diferentes—, y no me informaron al respecto. Nos trataron como si fuéramos animales, metiéndonos donde podían", explica.

Su tren tenía prevista la salida a las 12.40. Dos horas después ha puesto rumbo a Madrid a través de los planes alternativos (traslado en carretera hasta Valencia o transbordo ferroviario con trenes diésel en Albacete) que ha habilitado Renfe para hacer frente a las incidencias. Otros pasajeros, sin embargo, no tuvieron la misma suerte. "En Atención al Cliente teníamos que sacar número de las máquinas expendedoras. Pero el expendedor de billetes se quedó sin papelitos y hubo gente que no consiguió número. A ellos les dijeron que tenían que volver el viernes si querían cambiarlo".