Los policías municipales de Villaverde han estado cinco meses sin la radio para patrullar. Los sabotajes al repetidor (cortes de cables e incendios) los dejaron sin transmisión de radio, lo que provocaba situaciones entre cómicas y dramáticas. Ahora ya les funciona, pero creen que volverán a sabotearles.

¿Cómo se comunicaban?

Íbamos con nuestros móviles y lo pagábamos de nuestro dinero. Cuando estábamos en peligro no había otro remedio que llamar al 112.

¿No se sentían indefensos?

Mucho. Decomisamos droga y perseguimos la venta ambulante. Cuando íbamos a detenerlos, muchos se escapaban porque no podíamos pedir refuerzos.

Así que tendrían que ir siempre acompañados...

Intentábamos siempre tener varias patrullas escondidas, pero que se vieran entre ellas. Hacíamos controles para que los agentes no se quedaran solos... Pasó poco para lo que podía ocurrir; hacemos intervenciones muy difíciles y en Villaverde hay mucha inseguridad. Si pasa aquí lo de la Cañada Real, nos habrían comido.

Hablan de sabotajes, ¿quién puede estar detrás?

El repetidor está dentro del parque de Bomberos. Es un recinto municipal con vigilancia, así que o es alguien de dentro o alguien de fuera, y no vigilan bien. Ya lo han arreglado, pero volverán a sabotearnos, seguro.

¿Tan mal está el presupuesto de la Policía Municipal?

El Ayuntamiento ha gastado todo el dinero en túneles. Es como si no hubiera gasolina para los coches o saliéramos sin uniforme a patrullar... y eso en pleno siglo XXI.

BIO

Nació en el Carpio de Tajo (Toledo), en 1965. Casado y con dos hijos. Es secretario general del colectivo profesional de Policía Municipal.