Entre pistolas, drogas, dinero no declarado y contrabando, nunca hay un momento aburrido para los hombres y mujeres que protegen la frontera de Estados Unidos. Control de Aduanas, EE.UU. muestra desde primera fila el trabajo de la Agencia de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés), que aseguran las fronteras en los puertos aéreos, marítimos y terrestres de entrada a Estados Unidos, como el aeropuerto JFK de Nueva York, el O'Hare International Airport de Chicago, el Detroit Metro Airport, el Peace Bridge de Buffalo y el puerto de Blaine, en Washington.

El programa ofrece una visión única de la labor de sus agentes, un equipo formado por funcionarios de aduanas y de inmigración, cuya responsabilidad es proteger al país de narcotraficantes, inmigrantes ilegales, potenciales terroristas, plagas nocivas y enfermedades exóticas.

Fijándose en el lenguaje corporal, el perfil de los viajeros y tratando de desmontar sus bien ensayadas mentiras, estos expertos son los encargados de retener a los presuntos criminales o permitirles seguir su camino.

En un día normal, la agencia arresta a 1.100 personas de media por presuntas violaciones de las leyes estadounidenses, incluidas las normas de inmigración. Y aunque los agentes de la CBP pueden estar fuertemente armados y tienen licencia para usar 'fuerza objetivamente razonable' si la situación lo requiere, es su experiencia y la avanzada tecnología de la que están dotados lo que les permite interceptar viajeros y cargas sospechosas con esta espectacular efectividad. La CBP, que tiene 60.000 empleados repartidos por todo el país, se describe a sí misma como 'el primer frente de América contra los terroristas'.