El conseller de Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia de la Generalitat, Raül Romeva, ha anunciado este viernes el Plan de Fosas 2017 para abrir tumbas de la Guerra Civil y el Franquismo en varios puntos de Catalunya, con una dotación de 300.000 euros, aunque se podrá ampliar 200.000 euros más en 2018 y planificará acciones para 2019.

En una rueda prensa tras visitar los restos de trincheras y búnkers en Isona i Conca Dellà (Lleida), ha explicado que el plan que centrará en las zonas del Alto Pirineu i Aran (Lleida), Camp de Tarragona, Catalunya Central, Girona y Terres de l'Ebre (Tarragona).

Romeva no ha querido aventurarse a cifrar las fosas que abrirán este ejercicio, pero el plan prevé más actuaciones en 2017 que en los últimos 10 años.

Desde 1999 se han hecho 18 actuaciones en fosas correspondientes a 57 personas, de las que se han identificado siete, y 66 actuaciones de recogida de huesos encontradas en superficies correspondientes a un mínimo de 164 personas.

El mapa de fosas de Catalunya consta actualmente de 380, de las que 166 están confirmadas y 214 son probables: de las confirmadas, 21 están dentro de cementerios y 45 fuera, normalmente en frentes de guerra, como el que el conseller ha visitado este viernes.

El plan prevé recogidas óseas en la superficie, excavación arqueológica de fosas y también cruce de datos con los que salen del plan de identificación genética que la Conselleria impulsó en septiembre junto con otros departamentos, como Salud y Justicia.

El objetivo es publicar una licitación de contrato público, con la idea de adjudicar las excavaciones en marzo, siguiendo unos criterios de actuación que priorizarán las solicitudes existentes y pendientes de atención recibidas de los familiares, de los ayuntamientos y de las entidades memorialistas.

El segundo criterio será el estado de los restos según su situación y tipo: se priorizará -por este orden- recoger huesos en la superficie; las fosas confirmadas y documentadas en cementerios; las que estén delimitadas dentro de una necrópolis con solicitud explícita de intervención; las fosas probables fuera del cementerio, y las "fosas dignificadas dentro del cementerio".

El siguiente criterio será el nivel de documentación y confirmación de existencia de fosas o restos, que se hará con el análisis de la documentación, antecedentes y fuentes que determinan la situación exacta de los restos.

Por último, se tendrá en cuenta la distribución territorial "eficiente" procurando cubrir el máximo de zonas con fosas registradas, especialmente las que concentran más fosas.

TARDÍO PERO INELUDIBLE

El conseller ha explicado que el plan da "pasos modestos y con humildad, que llegan tarde, pero que son ineludibles, determinantes y determinados, y debe marcar un camino que no puede pararse".

"Hay una deuda con la ciudadanía, con el pueblo, de las instituciones, pero, sobre todo, con las familias de las víctimas de la guerra y el franquismo", y ha contrastado el trabajo del Govern con la actitud del Gobierno central.

Romeva considera que el plan de apertura de fosas "topa con el incomprensible, preocupante e insultante menosprecio por parte del Gobierno (central) hacia estas cuestiones".

Según él, esa actitud preocupa en toda España pero también "en Europa e internacionalmente", por lo que considera que Catalunya debe responsabilizarse de responder a la demanda social.

Ha defendido la necesidad de dignificación y de reconocimiento del pasado para construir un país nuevo, diferente y mejor, y ha negado que se estén abriendo heridas ya cerradas: "Las heridas no se cierran si no es a partir de la verdad y poniendo la información en manos de la gente".