Caprile: "Antes las modelos eran mujeronas, ahora parecen niñas tristes y deslavadas"

  • "Me quedé con ganas de vestir a Lola Flores y Rocío Jurado, dos personalidades de las que que ya no quedan".
  • "Las mujeres de verdad es a las que me gusta vestir, la delgadez extrema no me va nada".
  • "A veces hay que dar una patada y estar con los amigos cuando lo necesitan".
El diseñador de moda Lorenzo Caprile en su taller durante una entrevista para 20minutos.
El diseñador de moda Lorenzo Caprile en su taller durante una entrevista para 20minutos.
JORGE PARÍS
El diseñador de moda Lorenzo Caprile en su taller durante una entrevista para 20minutos.

La timidez sin inseguridad, la que ni molesta ni bloquea al que la porta, es una de las características de Lorenzo Caprile (Madrid, 1967), que nos recibe en su taller de la madrileña calle Claudio Coello.

El artista o diseñador o como él dice, modista y señala "con a", ha creado trajes como el de Letizia Ortiz más comentado de su historia en la familia Real, el de la Infanta Cristina el día de su boda, el de Silvia Abascal cuando volvió tras el ictus, muchos o casi todos los de Anne Igartiburu en las campanadas... Mar Flores, Macarena Gómez, Juana Acosta, Marta Sánchez, las infantas en casi todas sus apariciones públicas, continúan una larga lista.

Sincero y con poca prepotencia se le nota mucho más a gusto hablando de lo anónimo, pero cuando tiene que elevar la voz para defender a sus amigos, como a la infanta Cristina, lo hace. Fue a verla al último juicio y la abrazó, porque y lo dice él "hay que estar con los amigos, y que levante la mano quien no se haya equivocado alguna vez. Y eso está aún por ver".

Tras 25 años en la moda y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes del Ministerio de Cultura el repaso a su carrera es mejor que nunca. Además desde el principio tuvo buena fortuna. Él mismo lo reconoce.

¿El balance de sus 25 años en la moda?

Muy positivo, y el remate ha sido esta Medalla de Oro en las Bellas Artes que da el Ministerio de Cultura. Fue muy inesperado.

Cuando mira atrás y se ve hace esos 25 años, ¿qué piensa?

Pienso que soy muy inconsciente. Si alguien me dice que esto iba a ser tan..., me lo habría pensado un poco más.

¿Por qué?

Es precioso mi trabajo y está lleno de satisfacciones, pero también es de mucha responsabilidad y a medida que cumplo años y envejezco, más todavía. Y a mí me gusta la discreción.

Pues le ha salido mal eso de no llamar la atención...

Sí, me ha salido al revés. Pero al menos mi cara no es muy conocida.

¿Cómo empezó todo?

Tuve mucha suerte, uno de mis primeros trajes de novia fue el de Carla Royo-Villanova hace 25 años. Fue una boda muy mediática y aquel traje fue un bombazo, ahora lo puedo decir con perspectiva. Fue empezar a un nivel muy alto. A partir de ahí fue todo de boca a boca,y aquello siguió. Al año siguiente vestí a Cristina Borbón-Dos Sicilias, que fue mi primer contacto con la familia Borbón-Dos Sicilias, que me ha apoyado mucho. He vestido a sus hijas.

¿Mucha presión vestir de novia a la infanta Cristina?

Sí, pero fue hace ya veinte años. Yo era jovencísimo. Cumplí 30 durante el proceso. Me puse nervioso pero no lo piensas cuando estás con ello entre manos, con un traje mediático no te puedes emparanoiar porque te no sale adelante.

¿Le gusta estar alejado del famoseo? ¿Le incomoda?

No me incomoda, es que no me considero un personaje famoso, lo son algunas de las que vienen al taller, pero nuestro día a día es la clienta anónima, fiel y maravillosa.

¿La gente pide mucho o se dejan asesorar?

Hay de todo y en este momento 2.0 vienen con tres mil referencias. Antes te traían carpetas con recortes.

¿Se ha negado a algo?

No.

Pero sí habrá reconducido...

En todos los trabajos a medida se hace, ¿no? El cliente puede tener unas ideas y el profesional ha de saber reconducirlas. A veces sale bien y otras, no.

¿Ya de niño tenía claro que lo suyo era ser modisto?, ¿o cuándo fue consciente?

Modista, con 'a'. Fue entrando en la adolescencia cuando me di cuenta. Tendría 13 o 14 años, estaba en 1º de BUP. Y ahí ya hice mis primeras prácticas de becario.

¿Pensó ser otra cosa alguna vez?

Sí, me ha gustado mucho estudiar siempre, leer, dibujar... En Italia me fui sacando la carrera de Lengua y Literatura con mucho esfuerzo. Fui un niño inquieto con muchas vocaciones.

¿Podría haber sido escritor?

Creo que sí, pero me falta paciencia y soledad. Y no me importa la soledad, soy de disfrutarla mucho, pero la elegida, tenerla impuesta es otra cosa, y esa ya no me gusta. Y a mí me encanta trabajar en equipo y con la clienta.

¿Lo más difícil que ha hecho?

He tenido actos valientes pero no son confesables, son cosas privadas. Lo difícil hoy es dentro que hay que dar una patada y mantenerse fiel a unos valores y ver que si estás de más cortar o ver que un amigo lo está pasando mal estar ahí.

Es obvio a quien se refiere (la infanta)...

Si se ha sido criticado no me importa nada. Que levante la mano el que nunca se haya equivocado. Hay cosas que hay que estar ahí y ya está.

¿Le sorprende que tantos años después siga diciéndose que la vez que emjor fue vestida Letizia Ortiz la vistió usted?

Es un orgullo que uno lleva, pero no me recreo. Me llena de alegría que un trabajo que va a cumplir 13 años, que en moda es muchísimo, se siga comentando, alabando y copiando.

¿Le han copiado mucho?

Ese rojo que llevó la ahora reina mucho y los de novia también. Y es bueno, cuando dejan de hacerlo es cuando uno se tiene que preocupar.

Referente a las modelos y a la extrema delgadez que no desaparece por mucho que se promete que se hará, ¿algo que decir?

Existe ese problema pero es un poco superficial echarle la culpa solo a ese aspecto de la moda y las modelos. Y he tenido casos muy cercanos. Ojalá fuera solo eso, hay muchas más cosas y muy dolorosas y personales que no tienen que ver ni con la moda ni con ese reflejo ideal de la belleza.

Si hiciera un desfile, sus modelos serían...

Serían mujeronas como Pilar Rubio. Con sus formas y con todo en su sitio. Me gusta la mujer mujer. Me gusta la mujer mediterránea, con sus formas. Mi ideal ed belleza es Mónica Bellucci, Inés Sastre, Laura González. Las extremadamente delgadas no es tan fácil vestirlas como parece. Y yo empecé en un momento de supermodelos de mujeres de verdad, de carne y hueso. Aquí teníamos a Elena Barquillo, que era una señóra espectacular y ahora son como niñas tristes... Igual soy antiguo pero a mí eso no me gusta.

¿Ha sido buena la evolución de la moda?

Por un lado la democratización de la moda, gracias a Inditex, me ha parecido bestial y soy un defensor del low cost. Pero me habría gustado que gracias a eso la calle tuviera más alegría, salsipirri, riesgo, porque ahora vestir con riesgo es baratísimo y desgraciadamente ha pasado lo contrario, yo la calle la veo cada vez más triste y deslavada.

¿Cuando ve a una persona hace inevitablemente su juicio?

Es inevitable. A veces me siento identificado con el personaje de El perfume que iba oliendo a las personas. Sin querer vas recibiendo estímulos todo el tiempo. Y dices: mira la madre con la hija, y la hija se viste así porque no se lleva bien con la madre. O ves un grupo de amigas en el que está la que quiere ser líder y resaltar y luego está la que destaca de manera natural sin querer.

¿Con eso se nace?

Sí, pero es como los gimnasios. Hay gente con una genética estupenda y otra que no, pero que en los gimnasios lo logra. Se puede aprender a ir por la calle sin dar un puñetazo en los ojos a los demás.

¿Alguna prenda prohibida?

Me van a disculpar pero los pantalones pesqueros no puedo con ellos. Es la silueta más horrorosa que se ha podido inventar. Los pesqueros son para las marisqueras gallegas que se los tienen queponer para recoger, pero ellas no se los ponen para salir a ligar.

¿Y con la que se queda?

El pantalón vaquero, como decía Yves Saint Laurent: me hubiera gustado ser el inventor del vaquero.

¿Y las zapatillas de deporte las dejaría como están, para todo?

Sí, ha sido además una de las grandes revoluciones. Y no ha costado nada, antes era imposible ver a un ejecutivo en zapatillas.

¿El tacón no gana?

Pues bueno, depende. Para una tarde de compras, las zapatillas. Hay que saber escoger, como en la comida, lo que te sienta bien y lo que no.

¿Un sueño por cumplir?

Me habría gustado muchísimo vestir a Rocío Jurado y a Lola Flores, dos mujeres de rompe y rasga, dos personalidades de las que ya quedan pocas.

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