Barack Obama pone fin a la política de residencia automática para cubanos

  • La política de "pies secos/pies mojados" permitía a algunos cubanos obtener la residencia permanente aunque hubieran llegado de forma ilegal a EE UU.
  • Consistía en devolver a los cubanos interceptados en el mar ("pies mojados") pero admitir a los que lograban tocar tierra ("pies secos").
  • La isla se ha comprometido a aceptar el retorno de los deportados.
Un hombre lleva banderas de Cuba y EE UU.
Un hombre lleva banderas de Cuba y EE UU.
EFE
Un hombre lleva banderas de Cuba y EE UU.

El Gobierno de Barack Obama puso este jueves fin a la política de "pies secos/pies mojados", que permitía a los cubanos la posibilidad de obtener la residencia permanente un año después de llegar a Estados Unidos, incluso si lo hacen ilegalmente.

Según adelantó un funcionario de la Administración Obama, la medida pone fin de forma inmediata a la política adoptada en 1995 que devuelve a Cuba a los cubanos que intercepta en el mar ("pies mojados"), pero admite en EE UU a los que logran tocar tierra ("pies secos").

El fin de esa política era una reclamación que mantenía desde hace mucho tiempo el Ejecutivo de la isla para avanzar en la política de normalización de las relaciones bilaterales que los viejos enemigos comenzaron en diciembre de 2014.

Esa política es una enmienda a la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que otorga autoridad al secretario de Justicia de EE UU para permitir que los cubanos que han entrado en el país, tanto legal como ilegalmente, obtengan la residencia permanente un año después de su llegada.

Cuba y Estados Unidos firmaron así en La Habana este nuevo acuerdo migratorio que busca garantizar una migración "regular, segura y ordenada", según el comunicado conjunto.

Además se suprime el programa Parole que aceptaba a profesionales de la salud cubanos, algo que el Gobierno de la isla consideraba "robo de cerebros".

"De otra era"

Obama cree que la política de "pies secos/pies mojados" pertenece a "otra era" y su fin contribuirá a normalizar las relaciones entre ambos países.

"Hoy Estados Unidos está dando pasos importantes para normalizar las relaciones con Cuba y para lograr una mayor consistencia en nuestra política de inmigración", consideró el presidente estadounidense en un comunicado.

Según esa nota, el Gobierno cubano se ha comprometido a aceptar el retorno a Cuba de los isleños que sean deportados desde EE UU, país que ahora devolverá a la isla tanto a los cubanos que intercepta en el mar como a los que logran tocar tierra.

Alegría, desconsuelo, incertidumbre

Los cubanos de dentro y fuera de la isla se dividen entre la alegría, el desconsuelo y la incertidumbre ante esta decisión. La noticia cayó como "una bomba" para Sonia, que vio cómo la televisión estatal cubana interrumpía su programación habitual para informar sobre el nuevo acuerdo migratorio que "todos sabían que venía, pero nadie pensó que fuera una de las últimas acciones de Obama en el cargo".

"Sabía que Trump podía hacer algo así por su posición contra los inmigrantes. Yo misma veía en un futuro la posibilidad de emigrar y acogerme a la Ley de Ajuste. Ahora esa opción se hace más difícil, porque entrar de manera legal a EE UU está duro", confiesa.

.Karina, que espera hace más de un año reunirse con su esposo en Miami, está "desconsolada y temerosa", porque se le han "cerrado de golpe las puertas por las que pensaba entrar" al país vecino.

Para Yudith, una de los miles de cubanos que usó la ruta centroamericana para llegar a Estados Unidos y que hace solo unos meses se asentó en Houston con su esposo y su bebé de un año, estos son tiempos de "incertidumbre".

"Mañana pueden decir que para la residencia tengo que demostrar que fui perseguida en Cuba. O que nos quiten toda la ayuda y ya. Obama era mejor y mira lo que hizo. ¿Qué podemos esperar de Trump?", se pregunta esta periodista que viajó en "busca de una nueva vida" y "mejores condiciones económicas".

Hay muchos que responsabilizan a esta política de las miles de muertes de balseros en el estrecho de la Florida y durante el duro trayecto por Centroamérica, en el caso de los que eligen el camino por tierra. En ese sentido, Desi Jasán se alegra de que llegue a su fin: "Yo pienso que es bueno que hayan quitado esta ley. Eso es un riesgo que el pueblo cubano corría y no creo que estuviera bien".

José, un trabajador estatal de 53 años, piensa que "es muy bueno, porque quizá haya otra ley que mejore la relación y que sirva para que todo el mundo viaje de forma ordenada".

A una semana de Trump

Aunque solo el Congreso puede acabar con esa ley, se trata de una legislación que da mucha flexibilidad al secretario de Justicia para aplicarla, por lo que no está claro aún cómo pretende manejar la situación la Administración Obama.

El cambio en esta política se produce solo una semana antes de que Obama ceda el poder el próximo 20 de enero al presidente electo, Donald Trump, quien ha amenazado con poner fin al restablecimiento diplomático iniciado a no ser que el Gobierno cubano firme con él "un acuerdo mejor".

Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, anunciaron el 17 de diciembre de 2014 un histórico deshielo para poner fin a medio siglo de enemistad y hostilidades.

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