Italia prohíbe la campaña publicitaria protagonizada por una joven anoréxica

  • La campaña ha levantado una fuerte polémica en el país.
  • El autor de la fotografía ha anunciado medidas legales.
  • El organismo de control de la publicidad considera que la campaña viola el código de auto-disciplina sobre la dignidad de las personas.
Un cartel publicitario de la nueva campaña de la firma de moda Nolita, que muestra a una mujer anoréxica en una calle de Roma (EFE).
Un cartel publicitario de la nueva campaña de la firma de moda Nolita, que muestra a una mujer anoréxica en una calle de Roma (EFE).
Un cartel publicitario de la nueva campaña de la firma de moda Nolita, que muestra a una mujer anoréxica en una calle de Roma (EFE).
El organismo de control de la publicidad en Italia ordenó este viernes el cese de la campaña publicitaria de una marca de moda protagonizada por una joven anoréxica,

El autor de la fotografía, el italiano Oliviero Toscani, famoso por otras polémicas campañas publicitarias para la firma Benetton, ha expresado su contrariedad al conocer la decisión del organismo, del que ha pedido su supresión, y ha anunciado medidas legales. "Basta con la mafia de los publicitarios", sentenció.

El organismo (llamado Giurí) tomó la decisión tras una solicitud presentada por la Asociación italiana Bulimia Anorexia (ABA) y un concejal del Ayuntamiento de Milán, según informó esa institución de

ayuda a los enfermos con esos trastornos alimenticios.

Las vallas publicitarias y anuncios, que a finales de septiembre aparecieron en Italia con la imagen de una joven completamente desnuda y con las palabras "No-Anorexia", causaron un revuelo mediático y la crítica de algunos sectores de la sociedad italiana.

"Instrumentalización para fines comerciales"

Según ABA, el organismo de control de la publicidad decidió el cese de la campaña por violar los artículos del código de auto-disciplina sobre la lealtad publicitaria y sobre las convicciones morales, civiles, religiosas y de dignidad de las personas.

Asimismo, para el organismo, la campaña, apoyada por el Ministerio de Sanidad, es una "instrumentalización para fines comerciales que determina la indignación de las personas enfermas".

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