En dicho documental participan cuarenta y dos mineros de la Cuenca Minera de Sabero, que con sus testimonios ponen de relieve la peligrosidad de este trabajo, que solo en esa cuenca se cobró centenares de vidas a lo largo de su siglo y medio de explotación.

Según explican desde la organización del museo, el documental, de producción propia, es una extensión del proyecto de investigación 'Memoria oral de la minería', desarrollado por el museo desde el año 2008 y que tiene como objetivo recoger en formato audiovisual los testimonios de antiguos trabajadores del carbón.

Como resultado de este proyecto, que aún está en desarrollo, el Museo ha recogido más de trescientas historias en varias cuencas mineras de la comunidad, que permitirán que el día de mañana los investigadores y el público en general, puedan conocer como era el trabajo y la cultura de una actividad que hoy en día está en vías de desaparición.

A lo largo de los cincuenta y cinco minutos de 'Muerte en la mina', se relatan las principales causas que provocan accidentes, desde el gas grisú con sus explosiones, al monóxido de carbono, pasando por inundaciones, tragues, derrumbes y otros muchos riesgos que acechan al minero, no solo bajo tierra sino también en los trabajos de exterior.

Desde el propio MSM han reconocido que "sorprende" el aplomo con el que muchos de los protagonistas de este documental recuerdan sus propios accidentes y también aquellos "duros momentos" en los que vieron morir a su lado a compañeros sin que "nada" pudieran hacer por "evitarlo".

Por ello, el Museo ha calificado al documental como una muestra de la "entereza" del minero, que sin embargo a veces no evita que algunos de ellos, incluso después de decenas de años, todavía se "emocionen" y "pierdan" el habla al recordar las "tragedias vividas".