El lehendakari, Iñigo Urkullu, encabezará una delegación del Gobierno vasco que viajará este jueves a Roma con el fin de estrechar relaciones con la Comunidad de Sant'Egidio y conocer su actividad con los 'corredores humanitarios', una vía "legal y segura" para dar respuesta a las personas refugiadas que huyen de la guerra y la pobreza.

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha informado este martes de que la delegación estará formada por la secretaria general de Acción Exterior, Marian Elorza; el secretario general para la Paz y la Convivencia, Jonan Fernández; y la directora de Víctimas y Derechos Humanos, Monika Hernando.

En el viaje, que se desarrollará a lo largo de los días 12 y 13 de enero, Urkullu se reunirá con el presidente de la Comunidad de Sant'Egidio, Marco Impagliazzo.

El lehendakari quiere conocer el trabajo que ha realizado esta entidad -fundada en 1968- a lo largo de los últimos años, en los que ha desarrollado una vía "legal y segura" denominada 'corredores humanitarios' para dar respuesta a las personas refugiadas que huyen de la guerra y la pobreza.

Urkullu tendrá ocasión de mantener un encuentro con estudiantes y representantes de las personas refugiadas acogidas por la entidad en el marco del proyecto 'corredores humanitarios'. Erkoreka también ha informado de que el lehendakari se va a reunir con el superior general de la Compañía de Jesús, Padre Arturo Sosa.

El Gobierno vasco ha recordado que la Comunidad de Sant'Egidio recibió el pasado 12 de diciembre el premio René Cassin de manos del lehendakari, un reconocimiento público por su contribución a la promoción de los valores derechos humanos.

Según ha informado, esta Comunidad ha impulsado "desde hace décadas, el diálogo interreligioso, el hermanamiento entre los pueblos, la lucha contra la pobreza con justicia, o la abolición de la pena de muerte".

Durante los últimos años, su actividad se ha centrado en impulsar los llamados 'corredores humanitarios', una vía "legal y segura" para la acogida de personas que viven en condiciones de vulnerabilidad sin poner en peligro su vida en el Mediterráneo.

Esta vía ha sido posible gracias al acuerdo alcanzado entre el Gobierno Italiano (Ministerio de Exteriores y de Interior), la Comunidad de Sant'Egidio, la Federación de Iglesias Evangélicas de Italia y la Mesa Valdesa. "Este acuerdo es un modelo de acogida y de integración que se puede replicar", ha concluido el Ejecutivo autonómico.