Como revelan los reconocimientos médicos realizados durante el año 2015 por Premap Seguridad y Salud a 820.938 trabajadores de distintos sectores de la economía española, el 11,4% de los analizados en Baleares tenían una tensión arterial alta, un 33% tenían la tensión normal o un poco más alta de lo recomendado y un 54% la tenían en un nivel óptimo.

Andalucía (8%), Castilla y León (8%) y Madrid (7,7%) son las comunidades en las que hay un menor porcentaje de trabajadores hipertensos; por el contrario Cataluña (12,6%), Canarias 13% y Valencia (13,4%) son las regiones con un porcentaje mayor de trabajadores con la tensión alta.

Asturias (10,9%), Galicia (11,4%), Castilla La Mancha (11,6%) y País Vasco (11%) también presentan porcentajes de hipertensos entre la población trabajadora superiores a la media nacional (10%).

Por el contrario, Aragón (9%), Cantabria (9,6%) y Extremadura (9,8%) presentan porcentajes ligeramente inferiores a la media nacional.

EL TRIPLE DE HOMBRES HIPERTENSOS QUE MUJERES

El estudio también revela que el porcentaje de trabajadores varones con la tensión elevada (12,7%) triplica al de las mujeres (4,5%).

Además, el porcentaje de trabajadores que presentan unos rangos de tensión arterial óptima es del 50%. Por sexos, el 68% del total de las trabajadoras tienen su tensión en unos rangos ideales frente a solo el 39% de los hombres.

Por grupos de edad, en el estudio se observa que la población trabajadora va incrementando cada década el porcentaje de quienes empeoran las cifras de su tensión: entre los menores de 40 años solo un 4% la tiene elevada; entre los 40 y los 49 años el porcentaje sube al 10,5%; entre los 50 y los 59 es el 20,4% y entre los 60 y los 69 la proporción de hipertensos se dispara hasta el 28%.

Asimismo, en el año 2010 el porcentaje de trabajadores hipertensos era ligeramente superior al 11%, frente al 10% actual, y quienes tenían la tensión en un nivel óptimo representaban el 46%, frente al 50% de 2015.

En cuanto a las diferencias entre hombre y mujer se observa que en el año 2010 el porcentaje de mujeres trabajadoras con la tensión alta era idéntico al actual: un 4,5%.

Sin embargo el porcentaje entre los hombres en 2010 era del 14,6% y en 2015 era del 12,7%, lo que indica que entre los varones se ha reducido el número de hipertensos en estos cinco años.

Premap ha apuntado que esto puede deberse a que en los últimos años ha ido descendiendo el porcentaje de trabajadores que fumaban habitualmente: en el año 2010 los fumadores eran el 35%, mientras que en 2015 son poco más del 30%.